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La música de Cuba me hizo comprender el valor del sentimiento y del sabor, afirma el pianista Paddy Singh

El estilo celebra las pequeñas cosas, es cálido y sano, expresa el jazzista de India

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▲ Originario de Calcuta, es también compositor y educador musical.Foto Prensa Latina
 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de septiembre de 2022, p. 9

Nueva Delhi. El pianista indio Paddy Singh halló el verdadero sabor de la música cuando escuchó por primera vez un montuno cubano; desde entonces la conexión íntima del intérprete y el ritmo hacen vibrantes y conmovedoras sus presentaciones en India.

A instancias del cadencioso ritmo surgido en la verde campiña de la lejana isla caribeña, los dedos de sus fogosas manos se mueven seducidos al contacto con las teclas, y cuando los acordes de la tonada alcanzan sus picos, el público estalla en cerradas ovaciones.

“La música de Cuba me hizo comprender muy profundamente la importancia del ritmo, el valor del sentimiento y del sabor; es tan compleja para el músico y tan fácil de bailar para el oyente… Es mágica”, subrayó el pianista.

Disfruta todo mundo

De forma individual, cada músico toca pautas muy sincopadas y todos los ejecutantes se enfrentan entre sí dentro de la banda. Pero la suma de todo es un hermoso baile que pueden disfrutar niños, jóvenes, ancianos, todo mundo, comentó Paddy Singh en entrevista con Prensa Latina.

El estilo de los cubanos celebra las pequeñas cosas. Es cálido y sano, una filosofía y una forma de pensar. Es una manera de ser tradicional con lo moderno sin esfuerzo y me formó de muchas maneras hasta la persona que actualmente soy, agregó este licenciado en informática, de la cual no recuerda nada, pues el mundo de las melodías lo abarcó todo en su vida.

Pradyumna Singh Manot, su nombre real, es un pianista de jazz latino, compositor y educador musical nacido en Calcuta, capital cultural de India.

Es director de estudios musicales, mentor y jefe de los departamentos de piano, jazz y blues de la escuela de música 12 Keys. Empezó a tomar clases de piano a los seis años, cuando solía ver tocar a su padre, quien al notar la curiosidad de su hijo le organizó clases a domicilio con el pianista, compositor e intérprete Anto Menezes.

Viendo a mi padre intentaba imitar los movimientos de sus dedos y tocar las piezas. Así que me apuntó a las clases. Ése fue mi comienzo, contó.

Bajo la mirada atenta de Menezes, vibrafonista de jazz, aprendió los fundamentos del género y desarrolló el ritmo y la técnica. De esa época, recordó que conseguir un libro sobre música era como encontrar diamantes en la calle.

Él tocaba jazz sencillo y “me enseñó pequeñas versiones de piezas legendarias, como Take Five, que con su distintivo y contagioso saxofón y el empleo de un compás inusual es considerado el sencillo jazzístico más vendido de todos los tiempos”, relató pocos días después de superar junto a su familia el covid-19.

A los 10 años ingresó a la Escuela de Música de Calcuta, donde lidió con el género clásico durante ocho años. Bach, Mozart y Chopin fueron sus inspiraciones. Sin embargo, se aburrió de tocar música para memorizar y que otra persona escribió, agregó. El jazz y la música latina expresan lo mucho que me gusta vivir.

Comenzó sus andanzas en el jazz a los 18 años, hace 20 años. A los 24 fue alumno de Madhav Chari. A él debo mi vida musical. Me hice músico con la ayuda de mi padre, pero me convertí en profesional gracias a ese maestro, acotó.

La improvisación me atrajo

El día en que vio un concierto de piano de Madhav Chari, fue un punto de inflexión en su carrera. Precisó: “Me convertí en su alumno y aprendí muchísimo. Él moldeó mi forma de ver la música y, en particular, el ritmo.

Sólo me dio tres lecciones y el resto fue mi forma de entender la cultura del jazz. La idea de improvisar en el escenario es emocionante. El jazz, como música improvisada, me atrajo mucho.

Desde entonces, actuó con conjuntos de blues, jazz y música latina como Saturday Night Blues Band, Los Amigos, The Latination y Jazzeando; representó a India en el Festival de Jazz de Panamá 2018.

También realizó numerosas giras y actuó en salas de conciertos, locales, clubes de jazz y prestigiosos festivales nacionales e internacionales.

Sostuvo: “Mi segundo nacimiento ocurrió en una jam session cuando escuché a un pianista tocar montunos. El estilo de la música cubana me cambió la vida. Me enamoré”.

Singh es director del Colectivo de Jazz del Centro Nacional de Artes Escénicas de Bombay, integrado por otros tres jóvenes entusiasmados con ese género, en su propósito de popularizarlo en la India.

Tenía 22 años cuando comenzó su relación con las melodías cubanas. “Me invitaron a la jam session en Calcuta. La banda estaba de gira en Estados Unidos y países de América Latina. Fue la primera vez que escuché jazz latino.

Alguien le dijo a Zaccai, parte del dúo, que yo era pianista y de repente me llamó y me pidió tocar. Le expliqué que no conocía la música latina, pero insistió en que me sentara a su lado y tocara el montuno. De repente, se marchó mientras yo seguía tocando, rememoró.

Empezó a escuchar cada vez más grabaciones de música latina, de las que aprendió cosas que nunca estudió en el conservatorio. Su comprensión aumentó cuando se unió al grupo de jazz latino Los Amigos, de Monojit Dutta, y su carrera dio un giro radical.

“Había un conguero indio en la jam session observándome y me invitó a formar una banda junto con él. Eso me llevó a estudiar la música latina en general, pero empecé a interesarme más por la de Cuba.”

Luego, la estancia en Panamá permitió a Paddy Singh ampliar sus límites musicales. Formó Los Gatos, un conjunto de jazz afrocaribeño y latino con integrantes de América Latina: el bajista salvadoreño Sergio Dinarte, el conguero panameño Fidel Dely Murillo, el baterista venezolano Carlos Varna y la cantante colombiana Shary Rose.

Tuvo la oportunidad de ser aprendiz de Rodolfo Peruchín, pianista de NG La Banda y nieto del célebre tecladista cubano del mismo apodo.

Me adentré en un estudio profundo de la música cubana que aún sigo haciendo bajo su guía. He trabajado el jazz, el jazz latino, algo de música brasileña, y ahora me estoy centrando en el conocimiento de la cubana en todas sus formas puras y tradicionales, concluyó.

Tiene bajo su cargo cuatro grupos de jaz; Paddy Trío, de afrocubano; Sabor do Brasil, brasileño; 4 on a Swing, latino, y 3BOP, orientado a la corriente del bebop, un estilo jazzístico de los años 40.