Sábado 13 de agosto de 2022, p. 7
En el mundo se estima que cada día fallecen 5 mil adolescentes y jóvenes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que entre las principales causas de muerte entre las personas de 12 a 29 años están las lesiones y los traumatismos causados principalmente por accidentes de tránsito, así como los ahogamientos, la violencia, las conductas autolesivas y las enfermedades infecciosas.
En México, la población menor de 15 a 29 años enfrenta, entre otros desafíos, la epidemia de obesidad, pues se estima que 21 por ciento de los menores de 12 a 19 años tienen sobrepeso, cifra que se eleva a más de 40 por ciento para los jóvenes de 20 años y más.
Otro factor que incide en la calidad de vida de los menores de 12 a 29 años es la violencia, pues para 41.5 por ciento (según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía) la inseguridad es un tema prioritario en el país, a lo que se suma el incremento de los problemas de salud mental, principalmente ansiedad y depresión.
La OMS señala que la mitad de los trastornos mentales en la edad adulta comienzan antes de los 14 años, pero no son detectados ni tratados. A ello se suma que el abuso de sustancias ilícitas afecta a los jóvenes de forma desproporcionada, en comparación con los mayores.
El consumo de alcohol a edades cada vez más tempranas es considerado ya un problema de salud mundial, pues reduce el autocontrol y propicia situaciones como las prácticas sexuales de riesgo o la conducción peligrosa, y es una causa subyacente de lesiones, violencia y muerte prematura.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 revela que durante el confinamiento por la pandemia de covid-19, al menos 623 mil 202 adolescentes consumieron bebidas alcohólicas. Al menos 20 millones de mexicanos enfrentan el consumo problemático del alcohol y con frecuencia, destaca el estudio, se trata de personas que empezaron a beber entre los 13 y 14 años.