a Subsecretaría de Educación Media Superior ha insistido en que la filosofía no desaparece en su reforma del marco curricular común en el área de humanidades. En lo que sigue, demostraremos que no sólo es así, sino que además parte de una confusión.
La subsecretaría considera que la filosofía no desaparece porque está presente
en las asignaturas humanidades I, II y III. Ya la Unesco denunció que las disciplinas filosóficas no deben cambiar de nombre, porque ello implica una modificación de su contenido, pero, además, en este caso, porque contravienen tanto el artículo 3 constitucional como la Ley General de Educación, que en su artículo 30 distingue, de manera correcta, a la filosofía de las humanidades. La filosofía no se confunde y no se reduce a las humanidades ni éstas a aquélla. El hecho es que en la propuesta no aparecen ya la ética, la estética, la lógica y la introducción a la filosofía como disciplinas íntegras enfocadas a la correcta formación de los estudiantes, ya que se disuelven en una suerte de prácticas
y conversaciones
que pretenden, a través de un método que llaman transversalidad
, formar ciudadanos útiles, pero que ignoran, porque no tienen el referente explícito, que reflexionar y discutir acerca de su propia realidad puede llegar a ser una práctica filosófica única y exclusivamente a través del conocimiento y aplicación de herramientas discursivas y conceptuales específicamente filosóficas.
Agregamos que el subsecretario, no ha respondido a una serie de comentarios enviados por el Observatorio Filosófico de México (OFM) el 11 de julio; mismos que a la fecha no han obtenido acuse de recibo. En dicho documento se afirma que en su propuesta desaparecen también otras disciplinas, como la historia, la literatura, la antropología, la geografía humana, el derecho o las diversas artes y se pretenden sustituir mediante “prácticas en que [el estudiante] desarrollará o adquirirá herramientas que lo conduzcan a pensar su entorno, sin embargo, en la propuesta sólo se habla de ensamblar fragmentos de las disciplinas científicas y humanísticas.
La propuesta sigue el modelo de campos formativos
y de la transversalidad
. Estas estrategias estuvieron presentes en la organización curricular por áreas de conocimientos en 1960, misma que experimentó ajustes en cada reforma sexenal subsecuente. Ante la pobreza de los resultados, en 1993 y hasta la actualidad, la integración de los contenidos por áreas se combinó con la organización por asignaturas. Es decir, se trata de un modelo fracasado
.
La fragmentación que se pretende no se identificará ni se resolverá con un enfoque como el mencionado y sólo permitirá, si acaso, una mención fugaz a cada fragmento de la realidad, propiciando la memorización (otra bestia negra
de la propuesta”) de uno u otro de sus aspectos, pero no comprendiéndola como una totalidad articulada y compleja, sino acaso dispersándola, puesto que la reflexión y discusión colectiva
, así se realice en múltiples contextos
, no alcanza ni tiene recursos para lograr una verdadera formación integral. Así, ni se evita la memorización ni el enciclopedismo y sí se abre paso a una transversalidad
espectral e infinitamente más problemática que las viejas
disciplinas.
La subsecretaría considera que está apoyada por una serie de instituciones como la Facultad de Filosofía y Letras; el posgrado en filosofía y la Preparatoria 8, de la UNAM o la Academia Mexicana de la Lógica, entidades que, hasta donde sabemos, no han emitido una posición oficial.
Finalmente, queremos dejar establecido que la Asociación Filosófica de México cumple ya 54 años de existencia habiendo organizado una amplia serie de congresos internacionales; el Coapejum tiene un conocimiento preciso de la situación que guarda la docencia e investigación de la filosofía en las instituciones educativas de todo el país y el OFM ha desarrollado una lucha activa desde 2009, cuando el gabinete educativo de Felipe Calderón, siguiendo las indicaciones de la política neoliberal, desapareció las disciplinas filosóficas y humanísticas de la EMS; sin embargo, la subsecretaría desconoce, ignoramos por qué, nuestra representación.
* Coordinador del Observatorio filosófico de México (OFM); presidente de la Asociación Filosófica de México (AFM), y presidente del consejo para la acreditación de programas educativos en humanidades (Coapehum) respectivamente