Sábado 6 de agosto de 2022, p. 9
El impacto de la publicidad digital en el consumo de sucedáneos de leche materna (SLM) es elevado.
Un estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) revela que 80 por ciento de los padres con acceso a Internet reportaron haber visto publicidad de SLM, alimentos y bebidas comerciales para ni-ños pequeños.
A ello se suma que 55 por ciento de los padres consideró que las compañías que fabrican los SLM hacen pensar que estos productos son mejores que la leche humana.
El informe destaca que sólo tres de cada 10 recién nacidos reciben lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, mientras 43 por ciento de los menores de un año consumen fórmula infantil; 29 por ciento continúan con lactancia materna hasta los dos años y 30 por ciento no tienen una diversidad alimentaria mínima.
Ambos organismos destacan que la publicidad digital de SLM para niños menores de dos años, influye negativamente en las prácticas de lactancia materna y alimentación complementaria, por lo que debe ser regulada
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En tanto, especialistas del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP señalaron que todas las fórmulas lácteas, sucedáneos de la leche materna y alimentos infantiles deben incluirse en la norma oficial mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 sobre etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, que establece los requisitos comerciales y sanitarios que deben cumplir.
También coincidieron en que es necesario actualizar la norma oficial mexicana NOM-131-SSA1-2012, sobre productos y servicios, fórmulas para lactantes, de continuación y necesidades especiales de nutrición para incluir la prohibición de cualquier tipo de publicidad engañosa.
Durante un foro virtual, en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destacaron la importancia de esta práctica para el bienestar del binomio madre-hijo, así como la necesidad de trabajar en todos los niveles para evitar que los intereses comerciales sean los que determinen la salud de nuestro país.
Agregaron que la mayor parte de las fórmulas lácteas y alimentos infantiles como papillas y golosinas que se promocionan en redes sociales tienen alto contenido de azúcares añadidas, grasas trans, sodio y proteínas.
El estudio realizado por Unicef y el INSP advierte que estos productos se publicitan de forma engañosa para convencer a madres, padres y personas cuidadoras de adquirirlos para consumo de sus hijos, con el consecuente daño a la salud.