Jueves 4 de agosto de 2022, p. 27
Islamabad. Las inundaciones repentinas derivadas de las fuertes lluvias monzónicas de este verano en el sur de Pakistán han dejado 502 muertos.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres informó que entre las víctimas mortales había 98 mujeres y 191 niños. Además, resultaron dañadas más de 40 mil viviendas y unos 2 mil 500 kilómetros de caminos, lo que dejó a miles de personas sin hogar e incomunicadas en zonas remotas del país.
Las lluvias afectaron principalmente la zona sur del país, donde se ubican las provincias de Baluchistán y Sind, y millones corren el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por agua contaminada.
También en Asia, la Agencia Meteorológica de Japón declaró el nivel máximo de peligro para varias ciudades en la prefectura Yamagata, al noroeste, debido a las fuertes lluvias que se desataron en la región. En las ciudades de Yonezawa, Nanyo, Takahata, Kawanishi, Nagai e Iide fue declarado el máximo nivel de alerta, que supone una evacuación inmediata de toda el área.
Escasez de agua en Holanda
En medio de la ola de calor que azota buena parte de Europa, el gobierno holandés declaró la escasez nacional de agua ayer y formó un equipo para administrar el suministro, a la vez que pidió a la población reducir el consumo. La escasez de agua ya está afectando negativamente la navegación y la agricultura
, alertó el ministro de Infraestructura y Administración del Agua, Mark Harbers.
La lluvia ha sido escasa en Holanda este verano, y la sequía en las zonas norte y este implica la disminución del caudal de los ríos que van al país.
El gobierno aseveró que el suministro de agua potable no está amenazado y que aún no son necesarias nuevas medidas, pero podrían serlo en las próximas semanas
.
Las autoridades hídricas ya han restringido el consumo de agua en agricultura, y varios botes de pasajeros que cruzan los ríos no pueden operar debido al bajo caudal. La sequía también afecta a los barcos cargueros en los ríos.
Las altas temperaturas del mes pasado obligaron a echar agua sobre los puentes en Ámsterdam para impedir que se traben los mecanismos que permiten el tránsito fluvial.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque, advirtió el mes pasado que el continente enfrenta uno de sus años más difíciles en cuanto a sequías, incendios forestales y otros desastres naturales agravados por el cambio climático.