o es sólo por el freno de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos (EU) al plan de Biden contra el cambio climático
(CC), más bien es una Casa Blanca hundida en las ganancias de las grandes corporaciones orquestadas por el Pentágono, producto del acoso
estratégico de la OTAN, acercándose cada vez más a las vecindades de las fronteras de Rusia con despliegues de tropas y emplazamientos de equipos de alto nivel, mientras el planeta sigue calentándose en medio del brutal omnicidio, de la posposición de toda urgente regulación de los gases de efecto invernadero de más de mil 500 millones de motores de combustión interna.
Hasta ahora, el único comentario valioso sobre el alarmante CC vino del ex vicepresidente Al Gore, mientras Biden sigue con sus hasta ahora débiles y poco nutridas expresiones públicas al respecto, por el escaso alcance de su propuesta centrada en el automóvil eléctrico privado, que, me atrevo a caracterizar hasta ahora como la versión gentrificada
(clasista) de la estrategia imperial frente al calentamiento planetario en curso, ya expresándose en intensas, catastróficas y más frecuentes y letales olas de calor acompañadas de graves y furiosos incendios forestales, inundaciones y el preocupante aumento en el nivel de los mares. Apenas la semana pasada en Groenlandia, en dos días, se derritieron 5 mil millones de toneladas de hielo.
Todo esto ya ha generado un creciente número de víctimas y daños a edificaciones y viviendas, acompañadas del desplazamiento masivo de familias, muchas de las cuales –en casi todas las grandes ciudades del mundo– viven a la orilla de los océanos, ademas de un sinnúmero de plantas nucleoeléctricas a lo largo de las costas de Boston aWashington.
La expresa posposición de medidas efectivas y coordinadas a nivel local, nacional y mundial es en verdad una falla omnicida del capitalismo monopólico: un déficit de acción creativa y efectiva y la absorción del liderato de EU en las fabulosas ganancias de sus mil millonarios inversionistas gracias a la guerra en Ucrania
Eso
equivale a jugar y casi apretar el botón nuclear-termonuclear, dejando a un lado la drástica y necesaria restructuración y apoyos a la ampliación y lanzamientos constructivos a todo nivel.
La ola de calor que está sofocando a Europa y a EU, calificada por la cadena británica BBC Mundo como histórica, marca un punto de inflexión en el creciente y expansivo deterioro climático.El Reino Unido llego a 40.3 grados Celsius, una cifra jamás registrada ahí, junto con las insólitas imágenes de trenes cancelados, vías ferroviarias que se incendian, pistas de aterrizaje derretidas e incendios en algunas localidades inglesas. El Metro de Londres carece de aire acondicionado y se dice que lo que entra por las ventanas no es aire, sino fuego (BBC Mundo, 19/7/22).
Los incendios forestales en Francia, Portugal, España y Grecia han expulsado a miles de sus hogares, no se sabe aún la cifra de fallecidos, pero según el medio argentino Télam, en España ha habido 510 muertes, mientras en algunas localidades francesas la temperatura rebasó el récord anterior de 35.1 grados, alcanzando 42.6 en Biscarrosse, por lo que algunas zonas del suroeste francés podrían vivir un apocalipsis de calor con hasta 44 grados
(Télam, 18/7/22).
Desde Meteored que unifica a varias estaciones metereológicas del Reino Unido, el profesor Stephen Belcher, científico en jefe de la Met Office y el profesor Paul Davies, meteorólogo en jefe de la misma organización, colocaron esta ola de calor en un contexto global, dando el primer aviso rojo por calor extremo anunciado el pasado 15 de julio, incluyendo las noches excepcionalmente cálidas, especialmente en áreas urbanas, creando un nuevo récord provisional de temperatura máxima nocturna. China ha soportado tres olas de calor en lo que va del verano también batiendo récords de temperatura (Francisco Martín, tiempo.com, 21/07/22).
A las olas de calor no se las trata con nombres, como los huracanes, ¿para que pasen inadvertidas? El calor extremo de este año en Europa está aumentando en frecuencia e intensidad a un ritmo mas rápido que en el oeste de Estados Unidos y aquí el CC juega un importante papel, pues las temperaturas actuales son en promedio 1.1 grados Celsius más altas que a finales del siglo XIX, antes de que se generalizaran las emisiones de dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor, como el metano, así que el calor extremo ya tiene un punto de partida más alto ( NYT, 19/7/22).
En EU, de mantenerse la sequía prolongada, según CNN, se advierte una ola de calor peligrosa y letal
(8/07/22). Andone y Wolfe, señalan que el incendio en el Parque Nacional de Yosemite, en California, no tiene precedente: ya devastó 16 mil 700 acres y provocó el desalojo de 3 mil personas.Si bien se combate el fuego con 2 mil 500 bomberos y voluntarios, se avanza lento.