Martes 26 de julio de 2022, p. 10
Alrededor de 2 mil mexicanos han estudiado medicina y alguna especialidad en Cuba a lo largo de 18 años como parte de un programa de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de la isla y con la colaboración de la embajada de ese país en México. Se trata de una formación con alta calidad académica y humanista que se traduce en estar cerca y escuchar a los pacientes.
Raúl Cartagena, especialista en medicina familiar, egresado de ELAM, para quien los conocimientos y experiencia adquiridos en la nación caribeña tendrían que ser el modelo a seguir en México a fin de recuperar la atención primaria a la salud y el trabajo comunitario, explica que el programa se suspendió en 2018 por dificultades económicas del gobierno cubano, pero a partir de 2021 es posible estudiar alguna especialidad en la isla con becas del Conacyt. Es parte de la estrategia del gobierno federal para resolver el déficit de este tipo de profesionales de la salud.
El doctor Cartagena, de 30 años de edad, regresó de Cuba en 2019 y junto con 200 colegas forma parte del Colectivo ELAM. Recordó las dificultades que enfrentaron en México: somos relegados por ser graduados de Cuba
. Él mismo estuvo seis meses sin trabajar hasta que ingresó a la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.
Por ese menosprecio de las instituciones, alrededor de la mitad de estos médicos encontraron como alternativa el trabajo en consultorios adyacentes a farmacias, hasta que por la pandemia de covid-19, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) abrió convocatorias para su contratación.
Prácticamente todos se incorporaron al trabajo en los hospitales del sector público, incluido el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), uno de los nosocomios con la mayor capacidad de atención de enfermos de coronavirus. Cartagena destacó que pasada la situación de emergencia, sus compañeros conservaron sus empleos. Son buenos médicos
.
El especialista recordó que él se fue a estudiar a Cuba porque no alcancé los puntos en el examen para entrar a la Facultad de Medicina de la UNAM. El requisito eran 106 aciertos y obtuve 97
. Encontró la opción de la ELAM y se fue nueve años.
Desde que regresó empezó a dar consultas a domicilio, como aprendió a hacerlo en Cuba. No hay tiempo límite para escuchar a los enfermos, conocer sus necesidades y problemas de salud.
Dice que el objetivo es que se sientan cómodos para con una buena historia clínica y auscultación física se resuelvan sus padecimientos. Así es en la mayoría de los casos y sólo algunos requieren de atención especializada.
Comentó que en la isla los médicos familiares van a las casas de quienes están en cama, adultos mayores, mujeres embarazadas, recién nacidos y a los sanos se les convoca para que asistan a una consulta de revisión. Se les practican análisis de laboratorio, se mide la presión arterial, así como revisiones de ojos y pies de manera periódica.
Así es la medicina en Cuba y explica que lo importante es que la gente goce de buena salud y una larga vida.