Lunes 25 de julio de 2022, p. 16
Mazatlán, Sin., Comunidades indígenas, grupos ecologistas y académicos se oponen a la reanudación de los trabajos de construcción de una fábrica de amoniaco de la empresa Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) en la Bahía de Ohuira, en Topolobampo, Ahome.
Acusaron que se pretende cometer “un crimen contra la naturaleza y la humanidad, porque el inmueble está en un sistema Ramsar, un humedal que se perderá para siempre, sin contar los daños que causará a las aves y manto marinos, tortugas, peces, especies vegetales y decenas de kilómetros de manglares.
Ambientalistas del Consejo Ecológico de Mazatlán, académicos de la Facultad de Ciencias del Mar, del Centro de Educación Ambiental, trabajadores y jubilados de la Universidad Autónoma de Sinaloa y de grupos indígenas se sumaron al colectivo ¡Aquí No! en rechazo a dicho proyecto.
El sábado pasado, en el malecón del puerto de Mazatlán, los inconformes hicieron un plantón, una marcha y un mitin, para denunciar que pretenden reanudar los trabajos de edificación. Explicaron que la fábrica empezó a construirse hace nueve años, sin tomar en cuenta a los grupos originarios de los alrededores del complejo lagunar Santa María-Topolobampo-Ohuira, donde habitan unas 3 mil 500 familias de pescadores, la mayoría de la etnia mayo-yoreme.
Llamaron al gobernador de Sinaloa, el morenista Rubén Rocha Moya, a que respete los procedimientos jurídicos y se esperen los tiempos previstos para las consultas en las comunidades de Ohuira, Paredones y Lázaro Cárdenas.
Reconocieron la importancia de la planta de amoniaco y la inversión, pero solicitaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que se informe sobre los efectos nocivos que provocará en un futuro a la naturaleza y los indígenas viven de la pesca.