Caracas. Irán está aumentando el suministro de una variedad de crudo clave que Venezuela usa para impulsar la productividad de sus refinerías y liberar su producción petrolera para exportación, mostraron documentos vistos ayer por Reuters.

Teherán y Caracas han fortalecido la cooperación energética con el intercambio de petróleo pesado venezolano, entre otros productos, por gasolina, condensado, piezas para refinerías y asistencia técnica iraní. Las empresas de ambos países, bajo sanciones de Estados Unidos, firmaron en mayo un contrato para reparar la refinería venezolana El Palito tras el suministro de unidades al Centro de Refinación Paraguaná, el más grande del país.

La estatal venezolana PDVSA programó la llegada de 4 millones de barriles de crudo pesado iraní este mes, luego de que en mayo y junio se importaron 1.07 millones de barriles y se espera que el cargamento llegue a Caracas a fin de mes.

En este contexto, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) responsabilizó a Washington de los recientes ataques a instalaciones petroleras venezolanas. Esto es parte de la política del imperialismo: el ataque a las instalaciones petroleras, traer para acá mercenarios, algunos de ellos detenidos, otros juzgados por intento de golpe de Estado y magnicidio en nuestro país, enviados del gobierno de Estados Unidos, dijo antier el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello. Agregó que el ataque contra un gasoducto de PDVSA esta semana en el estado de Monagas, muestra que Estados Unidos no descansa en su objetivo de desestabilizar al país.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, incluyó a Venezuela entre los países donde los estadunidense corren alto riesgo de ser detenidos por el gobierno para ser utilizados como moneda de cambio. Hay 11 estadunidenses detenidos en Venezuela, que acusa a Estados Unidos de querer derrocar a Maduro y atentar contra instalaciones básicas.

El ex asesor del Pentágono, John Bolton afirmó para el canal televisivo Newsmax que el intento de derrocar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, fue un buen ejemplo de un golpe de Estado, el 30 de abril de 2019, y agregó que el episodio ha ayudado a planear otros golpes, en otros lugares.