Monterrey, NL., Si no llueve, la presa Cerro Prieto, ubicada en el municipio de Linares, sólo podrá abastecer de agua a la zona metropolitana hasta el próximo viernes, según estimaciones del gobierno de Nuevo León.

Juan Ignacio Barragán Villarreal, director de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM), informó que es imposible prolongar la vida del embalse más allá de ese día. Cerro Prieto llegó a almacenar hasta 300 millones de metros cúbicos.

Construida durante el sexenio de José López Portillo como presidente de la República y de Alfonso Martínez Domínguez como gobernador de Nuevo León, el embalse no costó un centavo a la entidad, pues la Federación absorbió el gasto.

Barragán Villarreal explicó que el pasado fin de semana se detuvo la extracción en la presa luego de los trabajos para exprimirla al máximo y tener agua al menos hasta el viernes. Este día comenzamos con números rojos en nuestros tanques, que surten de líquido a la metrópoli.

Previó que a partir del viernes se iniciarán las dos semanas más difíciles.Esperemos que a finales de julio se incorpore agua del sector agropecuario. Del 15 al 27 de julio pediremos solidaridad a la gente.

Reiteró el llamado a la población a extremar el cuidado del líquido. Indicó que si bien hay probabilidad de lluvias a partir del miércoles, no llegarían al embalse ubicado en Linares. “Cerro Prieto se perderá y no se tendrá esta fuente hasta que ocurra un suceso excepcional", vaticinó.

A pesar de los problemas de abasto, afirmó que no planean más restricciones y sólo buscarán un plan emergente en la zona norponiente, donde más problemas enfrentan.

Indicó que se trabaja en un nuevo modelo de modulación de presión para que ese sector pueda tener agua al menos algunos días a la semana.

En tanto, vecinos de la colonia Fomerrey 8, ubicada en el norte de Monterrey, apedrearon ayer un camión urbano cuando el chofer intentó romper un bloqueo que realizaban en protesta por la falta de agua desde hace tres días.

Los inconformes, principalmente amas de casa y adultos mayores, cerraron durante más de media hora la avenida Aztlán en su cruce con Compostela. “Estamos cansados de esperar y la mayoría somos personas de la tercera edad", reclamó Fortunata, una mujer mayor.

Mencionó que han acudido a tiendas de conveniencia y tampoco encuentran líquido para sus necesidades básicas. Si el gobernador (Samuel García) tiene alberca en su casa, nosotros no tenemos ni para llenar un tanque, reprochó.

Abigaíl Reyes, quien dijo ser la encargada de supervisar el reparto de agua en pipas de la Secretaría de Igualdad e Inclusión del Estado, acudió para pedir datos a los vecinos.

En algún momento, los automovilistas expresaron su molestia y el operador de un autobús amagó con atropellar a los manifestantes, quienes respondieron apedreando el vehículo.

Después de media hora, una pipa llegó a Fomerrey 8 para abastecer a los ciudadanos, quienes advirtieron que de seguir este problema volverán a bloquear calles y avenidas.