Lunes 11 de julio de 2022, p. 17
Los conocimientos científicos de los pueblos indígenas –que no deben ser llamados tradicionales
– pueden ser un elemento básico para paliar los efectos de la pandemia de covid-19, en combinación con la medicina química desarrollada en los países occidentales.
Al señalar lo anterior, el relator especial de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, Francisco Cali Tzay, subrayó que aunque el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre el derecho a la consulta previa muchas veces no se respeta, debe seguir siendo invocado por los pueblos originarios para que no se convierta en letra muerta.
En entrevista exclusiva, el abogado y diplomático guatemalteco dijo que uno de sus principales temas de análisis es el impacto de la pandemia en los pueblos indígenas, por el racismo que los margina de la atención médica, así como su capacidad para resistir ante la enfermedad.
Ellos fueron los más impactados, principalmente por la poca atención que se dio a las comunidades más lejanas de los centros urbanos, debido a la discriminación racial
, pues muchas de esas localidades ya habían sufrido los impactos de la deforestación y la pobreza extrema.
No obstante, al mismo tiempo, los pueblos que cerraron sus fronteras
por decisión propia, por su derecho a la autodeterminación y en defensa de su territorio, fueron también los que lograron reducir claramente los impactos del virus.
Durante una visita reciente a la Amazonia peruana, señaló que un grupo de ancianos indígenas le dijo la selva es nuestro supermercado, nuestra farmacia y nuestro hogar, y mientras la cuidemos, no nos vamos a enfermar, pero también implica salvar también a la humanidad porque contribuimos a que la diversidad biológica se mantenga
.
Así, el experto maya cakchiquel subrayó que los conocimientos científicos indígenas, muchos desarrollados y resguardados por las mujeres
, son clave para paliar los efectos de la pandemia, aunque muchos sigan considerándolos sólo saberes tradicionales
, como si la única ciencia se desarrollara en el Norte u Occidente.
Por otro lado, afirmó que esas comunidades deben seguir reclamando el cumplimiento del Convenio 169 de la OIT, sobre el derecho a la consulta previa, libre e informada, pues aunque la mayoría de los gobiernos no lo respetan, es una herramienta legal que tiene que ser defendida. A pesar de que quede en letra muerta, mientras los pueblos lo sigan utilizando en el diario vivir y como argumento jurídico para defender sus derechos, el Convenio sigue teniendo vigencia.