Recaudación sumó 25 mil mdp en 5 meses, crecimiento anual de 13.5% //Mayor impuesto no inhibió su consumo
Lunes 11 de julio de 2022, p. 20
Los impuestos pagados por los consumidores de comida de alto contenido calórico y los refrescos sumaron entre enero y mayo 25 mil 31.7 millones de pesos, cantidad que superó 13.5 por ciento a la reportada para el mismo periodo de 2021, un repunte que ocurrió en un momento en que la inflación en el país –la mayor en 21 años– está impulsada en parte por el mayor precio en los alimentos procesados, establecieron datos oficiales.
La recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por la comida de alta densidad calórica, conocida popularmente como chatarra
, representó para el fisco 12 mil 312.9 millones de pesos entre enero y mayo pasados, cantidad que superó 11.3 por ciento real, ya descontado el efecto inflacionario, a la del mismo periodo de 2021, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En tanto, el IEPS a los refrescos y bebidas endulzadas fue, también en el periodo de enero a mayo, de 12 mil 718.8 millones de pesos, un repunte a tasa anual de 0.7 por ciento, también en términos reales, según la misma fuente.
La inflación anual en mayo fue de 7.65 por ciento, mientras que en junio fue de 7.99 por ciento.
Virginia Ríos, integrante de la Comisión Técnica de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, explicó que el comportamiento en la recaudación del IEPS por comida de alto contenido calórico y bebidas endulzadas responde a la dinámica económica, dado que una mayor cantidad de personas está en actividades presenciales, ya sea trabajo o educación.
Al ser alimentos, la comida con alto contenido calórico no paga impuesto al valor agregado, pero sí IEPS de 8 por ciento.
En medio de un alza generalizada de precios, como efecto de la pandemia de covid-19, y agudizada por la guerra de Ucrania, la inflación anual en mercancías alimenticias, bebidas y tabaco, en las que se engloba la comida con alto contenido calórico, fue de 11.27 por ciento en mayo, superior a la inflación general para ese mes.
Ríos explica que desde 2014 cuando se empezó a gravar el alto contenido calórico, la recaudación ha ido en aumento, pero no necesariamente se ha traducido en política pública para reducir su consumo o prevenir sobre sus efectos en la salud.
En bebidas saborizadas se cobra un peso de IEPS y la tasa de IVA regular, lo que implica que la carga tributaria representa prácticamente una quinta parte del costo final.
La integrante del Colegio de Contadores Públicos de México refirió que este tipo de impuestos tienen un efecto más recaudatorio que de política pública para desincentivar los problemas de salud derivados del consumo de comida con alto contenido calórico.