Miles de mujeres marcharon ayer en distintas ciudades de Estados Unidos, principalmente en Wa-shington, para luchar por el derecho al aborto y presionar al gobierno del presidente Joe Biden a que tomen más medidas ejecutivas que protejan este servicio clínico, luego de que la Corte Suprema anuló hace dos semanas la ley Roe vs. Wade, de 1973.

Organizada por el movimiento Women’s March se reunió el sábado en las calles de la capital para terminar frente a las instalaciones de la Casa Blanca, donde en una valla de seguridad colocaron decenas de pañuelos verdes, símbolo internacional de la lucha por los derechos reproductivos de las mujeres, muestran fotos de la agencia de noticias Ap.

En la movilización se instó a Biden a declarar una emergencia nacional que permitiría al gobierno federal dedicar fondos adicionales para los procedimientos de aborto, informó el diario The Washington Post. Otras acciones solicitadas por el grupo incluyen una nueva guía federal que aumenta el acceso a las píldoras abortivas y el arrendamiento de tierras federales a los proveedores de servicios de interrupción de embarazos, detalló el diario

Otras manifestaciones similares tuvieron lugar en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Chicago, para mandar la señal de rechazo al fallo del máximo órgano judicial del país.

La protesta se produjo un día después de que Biden firmó una orden ejecutiva que instruye al Departamento de Salud y Servicios Humanos a aumentar la distribución segura de medicamentos abortivos y proteger el acceso a la atención médica de emergencia, así como los servicios de planificación familiar y anticonceptivos.

También busca proteger la privacidad de los pacientes y el acceso a información precisa, además de promover la seguridad de los pacientes, proveedores y clínicas.

Esta iniciativa tiene un alcance limitado debido a que la única manera de garantizar la interrupción de embarazos a nivel federal sería con la aprobación de una ley en el Congreso, algo nada fácil de conseguir para los demócratas con su exigua minoría legislativa.

Women’s March ha pedido un Verano de ira hasta la restauración por parte de la Corte Suprema, de mayoría conservadora, del fallo histórico que había consagrado el aborto como un derecho constitucional durante más de 50 años.

El decreto del presidente fue un buen primer paso, sólo eso, manifestó Rachel O'Leary Carmona, directora ejecutiva de la Marcha delas Mujeres, ante una multitud de manifestantes que reclaman al gobernante desbloquear recursos adicionales para ayudar a los gobiernos locales a satisfacer la demanda de servicios de salud reproductiva.