Ante lo que definió como un gobierno federal corrupto y autoritario, el dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, anunció que este martes empezará una gira por Europa, Estados Unidos y América Latina para denunciar que hay una campaña de odio y de denostación sistemática emprendida desde hace casi dos meses en mi contra.

De tal forma, expuso que en los próximos días voy a realizar una gira internacional y vamos a denunciar a este gobierno corrupto y represor y que quiere instaurar una dictadura en nuestro país. Lo vamos a denunciar ante todos los organismos internacionales, porque no podemos hacernos de lado y lo vamos a hacer, vamos a denunciar al Presidente de la República y a su gobierno, y a Morena, por lo que quieren hacer en nuestro país.

Adelantó que se presentará ante la ONU, la OEA, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante la Comunidad Europea: Vamos a denunciar lo que está ocurriendo en este país, porque es increíble que se permita. Lo están haciendo con todos, no sólo contra un servidor, contra todos los dirigentes políticos, contra empresarios, contra los medios de comunicación y no vamos a parar hasta que este gobierno rinda cuentas ante el pueblo de México.

Al preguntársele si se siente un político perseguido o es un perseguido político, replicó lacónico: me siento un político perseguido.

Horas antes, una de sus propiedades en Campeche fue cateada por la policía ministerial, lo que le mereció una respuesta nerviosa con mueca de sonrisa: es un show mediático, una broma, es ridículo lo que declaró el fiscal, que fueron a revisar de qué paredes estaba hecha la casa.

Con su grupo político detrás, negó haber negociado con el gobierno la iniciativa eléctrica: jamás hice tratos con el gobierno, jamás hicimos algún tipo de acuerdo.

Dejó ver que está firme y que la coalición Va por México vamos a seguir juntos, el compromiso es fortalecer nuestro proyecto frente al gobierno que cada día está más nervioso porque va perdiendo apoyos.

Y con respuestas sin claridad, dejó entrever que su horizonte al frente del PRI lo dictarán los estatutos, documentos que le permitirán extender su presidencia hasta 2024.