Por segunda ocasión en menos de una semana, el servicio del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro fue interrumpido a causa de un corto circuito, lo que obligó al desalojo de cientos de usuarios por las vías.

Ayer, alrededor de las 7 horas, unas mil 300 personas fueron evacuadas por las vías entre las estaciones Xola y Villa de Cortés de la línea 2, luego de que, según el testimonio del usuario Carlos Fuentes, se escuchó un fuerte estallido.

El SCT no reportó personas lesionadas, aunque el servicio fue interrumpido poco más de dos horas en el tramo de Taxqueña a San Antonio Abad, motivo por el cual se ofrecieron como alternativa de traslado 45 autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros y con unidades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Este incidente se sumó a uno similar acaecido el pasado sábado en la línea 9, donde otro corto circuito, ocurrido entre las estaciones Velódromo y Mixiuhca, el cual fue provocado, según reportó el STC, por una sombrilla que cayó a las vías, que también causó un estallido y la suspensión de servicio durante media hora, además de que una mujer sufrió una crisis nerviosa.

Por lo ocurrido ayer en la línea 2, la Fiscalía General de Justicia inició una investigación por el delito de daño a la propiedad.

Carlos Fuentes, pasajero que iba en el tren desalojado, relató que no fue sino hasta 20 minutos después de que se escuchó el estallido que personal de Protección Civil los sacó del convoy caminando por un pasillo entre las vías.

El STC informó que alrededor de las 9:35 horas se restableció el servicio en las 24 estaciones de la línea 2, que va de Taxqueña a Cuatro Caminos, luego de que técnicos del Metro laboraron en la subestación eléctrica ubicada entre las estaciones Xola y Villa de Cortés.

En las inmediaciones de las estaciones Nativitas y Villa de Cortés, los usuarios se quejaron de la mala organización del transporte emergente, lo que provocó que muchos no pudieran llegar a sus centros de trabajo o perdieran citas médicas, pues la mayoría desconocía que había un servicio alternativo gratuito.

En un recorrido, se observó que las camionetas de la SSC iban repletas, no así los autobuses de RTP, que iban a la mitad de su capacidad. Mientras en la calzada de Tlalpan algunas personas trataban de abordar un taxi. No tengo otra ruta alterna; ahorita irme en taxi significa gastar 500 pesos para llegar a Naucalpan, lamentó la arquitecta Sandra Díaz.