La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha mantenido desde hace varias semanas un intenso operativo contra los laboratorios clandestinos del cártel de Sinaloa, tan solo durante junio pasado destruyó 77 fábricas de drogas sintéticas localizadas en esa entidad, principalmente en los municipios de Culiacán y Cosalá.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés) ha señalado a los cárteles de Sinaloa y al Jalisco Nueva Generación como los principales responsables de la elaboración de metanfetamina y fentanilo en nuestro país.

Las acciones del Ejército comenzaron el 3 de junio, cuando halló tres instalaciones en los municipios de Badiraguato, Cosalá y Elota.

Los operativos se incrementaron hasta que entre el 10 y 12 de junio se localizaron y destruyeron 19 laboratorios clandestinos en Cosalá, Culiacán, Elota y Badiraguato; todavía la semana pasada se aseguraron otros seis en Culiacán y Cosalá.

La Sedena informó que estas acciones fueron posibles gracias a trabajos de inteligencia y planeación estratégica.

La magnitud del operativo es relevante si se considera que de enero a mayo de este año los militares habían dado cuenta de 133 laboratorios clandestinos en todo el país, un promedio de poco más de 26 mensuales.

En marzo pasado, el titular de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval González, señaló que los cárteles de la droga han pasado de producir mariguana y amapola a la fabricación de drogas sintéticas.

Las drogas sintéticas tienen una tendencia al alza en su consumo debido a su rápida adicción, un menor esfuerzo de producción y transporte, así como que las ganancias son mayores para los grupos delictivos, explicó el funcionario.

Los cinco estados donde más laboratorios clandestinos han sido descubiertos, desde el inicio de esta administración, son Sinaloa, Michoacán, Jalisco, Durango y Baja California.

Durante su visita más reciente a nuestro país, en mayo de este año, el subsecretario estadunidense para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Cumplimiento de la Ley, Todd D. Robinson, explicó que con la fabricación de drogas sintéticas las organizaciones criminales pueden diversificar sus centros de producción y dividir sus envíos, en los que utilizan más gente, pero minimizan sus riesgos.

El impacto de esta actividad se ve reflejado en el Reporte mundial sobre drogas 2022 de la Unodc. La vertiginosa expansión de los mercados de la metanfetamina se puede observar, por ejemplo, en México, donde el número de tratamientos iniciados a causa de esa droga ha superado a los del alcohol y donde el número de personas que se sometieron a tratamiento por trastornos por consumo de metanfetaminas se incrementó en 218 por ciento de 2013 a 2020.

La coordinadora de la Unodc en nuestro país, Sofía Díaz Mencio, ha señalado que tanto el cártel de Sinaloa como el Jalisco Nueva Generación son los principales productores de drogas sintéticas en México, las cuales destinan principalmente al mercado estadunidense, pero que una parte también se comercializa en la República Mexicana.