Gana 2-1 la serie
Lunes 4 de julio de 2022, p. 3
No fue una simple edición de lo que antes se llamaba la Guerra Civil. Lo que sucedió ayer fue un verdadero derby de jonrones, donde la artillería de Diablos Rojos del México conectó seis cuadrangulares para apalear 17-9 a sus archienemigos, los Tigres de Quintana Roo, en el estadio Alfredo Harp Helú. Los Pingos se llevaron la serie por 2-1 en un domingo sin desperdicio.
Los colorados atacaron sin compasión con rallys de seis carreras en la segunda entrada, cuatro más en la tercera para poner un buen tramo de seguridad. Después agregaron tres en la cuarta y cuatro más en el episodio final.
A pesar de estar tan apabullados, Tigres se levantó y por momentos amenazó con acercarse peligrosamente. Tardaron en responder con dos tímidas carreras en la cuarta entrada, pero castigaron a los debutantes en el montículo escarlata con tres timbres en el sexto capítulo y cuatro en el octavo.
La victoria roja surgió del poder de los toletes. Empezó con el sonorense Roberto Ramos en su debut con los Pingos y en la Liga Mexicana en la segunda entrada. Vaya inicio, en su primer turno al bateo fue como un cuento infantil donde el héroe empieza con una hazaña. Pegó un jonrón solitario descomunal. La pelota se elevó hacia el jardín central para perderse en medio de un alarido de los aficionados. Fue el inicio de un rally de seis carreras, con dos jonrones y seis imparables consecutivos.
Ramos nunca había jugado en el beisbol mexicano de verano. La experiencia del sonorense se fraguó en las ligas menores de Estados Unidos y en Corea, donde impuso récord de cuadrangulares para un mexicano. Apenas el viernes fue presentado y el sábado había entrenado. Así que el domingo se estrenó como nunca imaginó y todavía se dio el lujo de anotar dos veces más, una de ellas de caballito.
Después llegaron los cuadrangulares de Jesús Fabela, Michael Wing, Julián Ornelas, Ramón Flores y Julián León. Tablazos que fueron la pesadilla de los lanzadores felinos. Sobre todo, para el pitcher abridor de Tigres Raúl Carrillo, quien sólo trabajó dos entradas y dos tercios. Qué terrible tarde vivió el hombre más solo del diamante en el que recibió diez carreras, diez imparables y cuatro jonrones. Un domingo que seguro quisiera olvidar pero se le quedará dolorosamente grabado en la memoria.
El México debutó a tres lanzadores, dos de los cuales sufrieron tremenda ofensiva de los felinos que puso a temblar a los escarlatas. El joven veracruzano Adrián del Moral subió por primera vez al montículo colorado y de bienvenida le pegaron dos jonrones consecutivos. Al final, el novato logró apagar la lumbre que él mismo propagó.
Y en la octava entrada, al estadunidense Conner Greene lo bautizaron con cuatro carreras y un cuadrangular para poner la pizarra 9-13. Después de estar tan lejos, el felino ahora les soplaba en la nuca.
Diablos no podía irse sin dramatismo y puso el clímax en la parte baja del octavo rollo con los bambinazos del venezolano Ramón Flores y del sonorense Julián León para cerrar un domingo perfecto.