Sin una respuesta global para aumentar la producción agrícola, la guerra entre Ucrania y Rusia llevará a que 19 millones de personas más en el mundo enfrenten desnutrición crónica el próximo año, advierten la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

El sector agroalimentario mundial se enfrenta a desafíos fundamentales durante la próxima década, en particular la necesidad de alimentar a una población cada vez mayor de manera sostenible, los impactos de la crisis climática y las consecuencias económicas e interrupciones en el suministro de alimentos vinculadas a la guerra. en Ucrania, reportan ambas organizaciones.

Destacan que los precios de los productos agrícolas han aumentado por la recuperación de la demanda tras el brote de la pandemia de covid-19, las consiguientes interrupciones en el suministro y el comercio, el mal tiempo en proveedores clave y el aumento de los costos de producción y transporte. A estos factores se suma la incertidumbre sobre las exportaciones agrícolas de Ucrania y Rusia, ambos abastecedores clave de cereales.

Tan sólo para el trigo, sus precios de equilibrio se perfilan a estar 19 por ciento por encima de lo registrado antes del conflicto, si Ucrania pierde por completo su capacidad de exportación, y 34 por ciento más si adicionalmente las exportaciones rusas se reducen a la mitad de su promedio. Por el lado de los fertilizantes, también han aumentado las preocupaciones por el papel de Rusia en su producción.

De no darse respuesta con un incremento a la producción mundial, este encarecimiento generalizado de precios en alimentos, fertilizantes y combustibles llevará a que el próximo año 19 millones de personas más caigan en desnutrición alimentaria, la cual deviene en retrasos en el crecimiento físico y desarrollo cognoscitivo de las personas, advirtió Qu Dongyu, director general de la FAO.

Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, subrayó que sin paz en Ucrania, los desafíos de seguridad alimentaria que enfrenta el mundo seguirán empeorando, especialmente para los más pobres del mundo, por lo que el final inmediato de la guerra sería el mejor resultado para personas no sólo en los países de conflicto, sino para todos los que se han visto presionados por el encarecimiento de precios.

Las organizaciones estiman que durante la próxima década la producción agrícola mundial aumente 1.1 por ciento anual, y que la producción adicional se produzca principalmente en países de ingresos medios y bajos. No obstante, se requiere un crecimiento tres veces más alto para que se alcance el Hambre Cero de los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas.