Jueves 9 de junio de 2022, p. 11
Chihuahua, Chih., Un juez de control de Chihuahua vinculó ayer a proceso penal al ex gobernador priísta César Duarte Jáquez (2010-2016) por los delitos de peculado y asociación delictuosa, en el primero y único proceso penal abierto en su contra hasta esta fecha y que pasará a la etapa de investigación complementaria.
La defensa pidió desechar como pruebas información bancaria y declaraciones de por lo menos dos testigos protegidos que señalaron transferencias ilegales de 96.6 millones de pesos que Duarte hizo de las arcas públicas hacia sus empresas, ranchos e incluso a su cuenta de nómina personal.
Los testigos, que por información pública se conoce fungieron como secretarios de Hacienda en la gestión 2010-2016, refieren que el ex mandatario les dio instrucciones para entregar supuestos subsidios y apoyos económicos a favor de la Unión Ganadera Regional División del Norte y de la sociedad financiera de objeto múltiple (Sofom) Financiera División del Norte, pero quien cobró dichos recursos fue Carlos Hermosillo Arteaga, prestanombres de Duarte.
La fiscalía refirió 17 transferencias de recursos a través de 11 procedimientos administrativos simulados, por un monto de 64.6 millones de pesos que fueron transferidos a la Unión Ganadera División del Norte y por 32 millones de pesos a la Sofom División del Norte; de esta última, César Duarte era socio fundador, presidente del consejo directivo y contaba con 98 por ciento de las acciones A y 93 por ciento de las acciones B, al mismo tiempo que era gobernador de Chihuahua.
Destacó que en noviembre de 2014, la Secretaría de Desarrollo Rural estatal dio a la Unión Ganadera División del Norte 5.5 millones de pesos para comprar avena; los recursos se triangularon a la Sofom División del Norte y de ahí se depositaron a una cuenta de nómina de Duarte, quien pagó 3 millones 105 mil 364 pesos al Servicio de Administración Tributaria por concepto de sus impuestos como persona física
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La defensa rechazó los cargos con el argumento de que el ex mandatario no controlaba las cuentas bancarias del gobierno estatal y los responsables eran los secretarios de Hacienda; por ello, sus declaraciones como testigos protegidos deben desecharse.
Ricardo Sánchez, abogado del político, comentó a reporteros que su cliente no tiene nada que devolver porque no se robó nada y está perfectamente acreditado
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