Beirut. El principal bloque parlamentario del Líbano, liderado por el movimiento armado chiíta Hezbolá, perdió la mayoría en los comicios legislativos, según los resultados definitivos anunciados ayer, que dieron numerosos escaños a candidatos surgidos de las protestas de 2019. La votación se desarrolló el domingo en un país hundido por la peor crisis socioeconómica de su historia, que gran parte de la población, organizaciones y otros países atribuyen a la corrupción y la mala gestión de una clase dirigente asentada desde hace décadas en el poder. El movimiento chiíta respaldado por Irán, y sus aliados, no pudieron alcanzar los 65 diputados necesarios para conservar la mayoría, informó el ministro del Interior Bassam Mawlawi. En el Parlamento saliente, Hezbolá y sus socios tenían 70 escaños sobre 128. Las pérdidas corrieron por cuenta de los aliados, ya que Hezbolá y el chiíta Amal conservaron los 27 escaños que tenían hasta ahora. La otra nota destacada de los comicios fue la fuerte entrada de los aspirantes surgidos del levantamiento popular de 2019, que exigía la salida de la clase dirigente y una refundación del sistema político basado hasta ahora en el reparto del poder entre las distintas comunidades de este país multiconfesional. Con 13 escaños en su poder, estos candidatos pueden ser la llave para formar gobierno.