Integrantes de la Unión de Restauranteros de Puerto Marqués, Acapulco, se manifestaron ayer fuera del Palacio Nacional con la finalidad de demandar la liberación de 185 millones de pesos para el rescate de esa zona turística.

En la protesta participaron unos 70 miembros de la agrupación, quienes señalaron que esos recursos ya están etiquetados en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para obras de rehabilitación y reconstrucción de la ribera.

Uno de los manifestantes se acostó en el suelo a fin de impedir el paso de uno de los autos que utiliza el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque el mandatario no viajaba en el vehículo.

Desde el piso, el hombre soltó un ¡venga, venga!, retando al conductor a seguir la marcha, pero éste se apartó en reversa. A la vez, otros restauranteros colocaron una manta sobre el parabrisas del carro, en la que exhortaban al mandatario a cumplir su palabra de apoyo para aquella playa.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México intervinieron y pidieron al manifestante que se levantara del suelo.

Señor Presidente, queremos solución al problema de Puerto Marqués. Usted prometió ayudarnos. Cumpla su palabra, que Hacienda libere el recurso que ya está etiquetado, se leía en una de las pancartas.

El presidente López Obrador salió minutos después, en otro automóvil, rumbo a Hidalgo, donde verificó el avance de la fabricación de los vagones para el Tren Maya, en la sede de la empresa Alstom.