Jueves 28 de abril de 2022, p. 10
Veracruz sigue siendo el (estado) más violento
para ejercer el periodismo, pues es donde más comunicadores han sido asesinados, coincidieron académicos y familiares de víctimas. Celia del Palacio Montiel, de la Universidad Veracruzana, indicó que entre 2010 y 2022 se contabilizaron 31 periodistas asesinados.
En el segundo y último día de audiencia del Tribunal de los Pueblos sobre el Asesinato de Periodistas, proyecto organizado por Free Press Unlimited y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), entre otros, familiares de Miguel Ángel López Velasco, asesinado con su esposa y su hijo menor en junio de 2011 en el puerto de Veracruz, denunciaron las omisiones de la autoridad estatal para investigar el caso.
Miguel Ángel, hijo de López Velasco, quien trabajaba para Notiver, señaló que en todo el mundo existe represión contra quienes ejercen esta profesión, pero en específico en Veracruz se ensañaron, no les importó nada. Crearon daño sicológico y emocional a las familias, nos hundieron completamente. ¿Por qué matas al hermano, a la madre y al padre? Quiebras una generación completa, se pierde todo
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Expuso que en la entidad se vivieron y se siguen viviendo tiempos muy difíciles
, una escalada de violencia que se inicia en 2006, empiezas a ver personas con armas largas
, y ya en 2007 “comienza la descomposición a partir del asesinato del Z14”, un narcotraficante. Los policías, agregó, empezaron a cambiar de bando por amenazas, por dinero, y sin duda ellos te conocen, así como los de tránsito, los judiciales
. Los halcones estaban en todos lados... Era un acoso, pero las autoridades no hacían nada
.
Compartió que a causa del asesinato de su padre, madre y hermano, pidió asilo en Estados Unidos, y es hasta ahora cuando decidió hablar públicamente del caso. No he visto el expediente, y todo este tiempo he mantenido silencio porque no quería que a mi familia, mi hija, mis compañeros, les sucediera algo porque yo abría la boca. El silencio mata, es muy difícil quedarse callado
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