Viernes 22 de abril de 2022, p. 23
Tegucigalpa
Honduras extraditó ayer a Estados Unidos al ex presidente Juan Orlando Hernández (2014-2022) para que enfrente cargos por tráfico de drogas y de armas, en un dramático revés para un líder que alguna vez fue considerado por las autoridades estadunidenses aliado clave en la materia.
Las autoridades estadunidenses declararon ayer mismo que, entre 2004 y 2022, Hernández participó en una violenta
conspiración para permitir que cárteles de la droga enviaran miles de kilos de cocaína a Estados Unidos a cambio de pagarle millones de dólares.
En una rueda de prensa en Washington, el fiscal general estadunidense, Merrick Garland, señaló que Hernández abusó
de su posición como presidente para dirigir Honduras como “un narcoestado” y que recibió sobornos por parte de múltiples cárteles, incluido, cuando era congresista, del de Sinaloa, operado en su momento por Joaquín El Chapo Guzmán.
Las autoridades estadunidenses hicieron públicos documentos que acusan a Hernández de tres cargos: conspirar para importar cocaína a Estados Unidos, usar armas y conspirar para usar armas y herramientas destructivas. Se espera que el ex mandatario, de 53 años, comparezca hoy ante un juez en una corte federal de Nueva York.
Apenas tres meses después de dejar el cargo, Hernández abordó esposado un avión en Tegucigalpa con agentes de la Oficina de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), a la espera de una decisión jurídica que permitiera su trasladado a ese país donde enfrenta los cargos penales.
Según las autoridades estadunidenses, Hernández empezó a enriquecerse con dinero de la droga desde que era congresista y usó el dinero para impulsar sus campañas políticas.
Por ejemplo, en 2013, cuando hacia proselitismo para ser presidente, aceptó un millón de dólares del El Chapo Guzmán, asegura Washing-ton. El supuesto pago se hizo por conducto del hermano de Hernández, Tony, quien fue sentenciado en 2019 a cadena perpetua por narcotráfico por una Corte de Nueva York.
Según las acusaciones, Hernández usó los sobornos para asegurar su ascenso en la política, incluida su elección como presidente en 2013 y 2017. En ambas elecciones, el ex mandatario pidió a narcotraficantes que sobornaran a políticos para asegurar que éstos le apoyarían y ganaría así la presidencia, asegura Estados Unidos.
Hernández fue arrestado en febrero pasado en su casa de Tegucigalpa a pedido de las autoridades estadunidenses. La Corte Suprema de Honduras rechazó a fines de marzo una apelación a la decisión de un juez a favor de la extradición.