Como parte de su revitalización, la zona patrimonial del Centro Histórico se ha convertido en una galería de arte urbano con la intervención de mil 346 cortinas de igual número de negocios y la elaboración de 18 murales, en los que los artistas plasmaron e interpretaron temas y valores relacionados con la historia, la cultura y la vida social del primer cuadro de la ciudad.

El Fideicomiso del Centro Histórico ha aprovechado las persianas metálicas de los establecimientos comerciales como lienzos para reivindicar la vocación de cada calle; por ejemplo, en República de Chile, conocida como la calle de las novias, las obras plasman los oficios y herramientas del diseño, corte y costura que recuerdan que en esa vía, en la época virreinal, vivió un bordador de apellido Amaya, a quien acudían las mujeres de abolengo para que les confeccionara vestidos; en 5 de Mayo, las intervenciones refieren a las manifestaciones sociales, pues es la entrada tradicional de las marchas.

Para realizarlos, y con la intención de preservar la imagen histórica y artística de los inmuebles, los creadores urbanos trabajaron con apego a una serie de lineamientos que el Instituto Nacional de Antropología e Historia establece en zonas de monumentos históricos con la finalidad de preservar los valores que dieron lugar a la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Los murales se pueden ver en las calles Tacuba, 5 de Mayo, Venustiano Carranza, Palma, Allende/Bolívar, Comonfort/República de Chile, República de Brasil y avenida Bucareli.

Por su parte, la Autoridad del Centro Histórico ha impulsado la intervención de 43 cortinas metálicas en las calles República de Chile y Honduras; fuera del Centro Histórico se han realizado cuatro murales para incentivar el uso de la bicicleta sobre Diagonal San Antonio y tres en Eje Central Lázaro Cárdenas, en coordinación con la Secretaría de Obras y Servicios para embellecer la zona.

Además, con el Centro Artístico La Nana fueron instaladas 18 propuestas de 34 artistas en la barda perimetral que se encuentra sobre el Eje Central, que une Bellas Artes y Santa María la Redonda, a fin de crear un puente entre el recinto cultural y el primer barrio de México.