Domingo 10 de abril de 2022, p. 4
Ikuika Noyulo. El canto de mi corazón es el título de la puesta en escena dirigida a niños que relata la historia de una anciana nahua, quien recuerda su pasado y su raíz indígena desde la Revolución Mexicana hasta la época actual, mientras sus tres nietas, al escucharla, se dan cuenta de que no reconocen muchas de las palabras que su abuela pronuncia.
Escrita y dirigida por Claudia Marinclan, en Ikuika Noyulo… se refleja la discriminación de la que son objeto los indígenas por no hablar español, al tiempo que entre canciones y divertidas anécdotas hay un rescate de las lenguas originarias.
Por medio de la curiosidad, la ternura y el amor de las nietas se va articulando la vida de su abuela, de cuando era niña, adolescente y mujer madura. Así se van conociendo episodios de la historia de México, como de la historia personal de Juanita, la abuela
, explicó la dramaturga en charla con La Jornada.
En el montaje, que inició temporada ayer, se entretejen la poesía, el juego, el humor y la tradición oral en lengua náhuatl. Este proyecto escénico es resultado del trabajo de campo que realizó el Colectivo Quirófano Escénico con comunidades indígenas nahuaparlantes que residen en Santa Ana Tlacotenco, Milpa Alta, y pueblos originarios de Tlalpan.
De acuerdo con Marinclan, la obra es sobre todo un ejemplo de vida de las mujeres indígenas, que deben sortear una serie de vicisitudes como cuando el anhelo de Juanita niña de ir a la escuela encuentra obstáculos. En ese sentido, es una obra enfocada al mundo femenino indígena.
La propuesta escénica recurre al teatro de sombras, máscaras, marionetas y juego corporal para representar los recuerdos y la memoria, y para que puedan disfrutarla los pequeños a partir de cinco años.
La creadora escénica agregó que la idea es hacer visible la discriminación de manera lo más sencilla y reflexiva posible para poder acercar a las infancias a ese problema.
La obra es resultado del tiempo que Marinclan convivió con las mujeres de la comunidad de Santa Ana Tlacotenco, uno de los pueblos originarios de la Ciudad de México, donde las mujeres tlacualeras danzan y cantan en lengua náhuatl.
Con el teatro de sombras de Arturo López Pío, diseño de máscaras y marionetas de Carolina y Cecilia Pimentel, iluminación de Abraham Rojas, vestuario de Mirel García, utilería de Mike Jiménez, escenografía de Xóchitl González, y las actuaciones de Daniela de los Ríos, Yollotl Manzur, Maleny García Miguel y la misma Claudia Marinclan, Ikuika Noyulo. El canto de mi corazón se escenifica sábados y domingos a las 13 horas en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, Guadalupe Inn). Concluye temporada el 12 de junio.