Morena intensificó su cabildeo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que este jueves declare constitucional la Ley de la Industria Eléctrica. Para el partido guinda y sus aliados sería el mejor escenario político, porque se regresaría –explican– al estado previo a la reforma de 2013 y permitiría que la discusión de la iniciativa presidencial se centre sólo en declarar el dominio sobre el litio.

De otra manera, Morena prevé una votación muy cerrada del dictamen en el pleno, y que si sale en favor sería porque algunos priístas voten en apoyo o se ausenten del pleno, para reducir la oposición al proyecto.

Por lo pronto se mantiene un bloque duro de 24 priístas que votarán en contra, lo que reduce las posibilidades de aprobar el documento. Uno de ellos es Xavier González Zirión. Yo hablo por mí. Vamos a votar en contra y no va a pasar, aseguró.

Conforme a la integración de la cámara, Morena y sus aliados requerirían 56 votos de la oposición. Acción Nacional se mantiene en su rechazo abierto, el PRI tiene el mandato de su Consejo Político Nacional de votar en contra y el coordinador de la bancada, Rubén Moreira, rechazó aceptar la oferta de Morena, de incorporar seis de los 12 puntos de la contra propuesta de Va por México.

Si no son estampitas; que se voten los 12 de Va por México. La otra (la del Presidente) es la que no se puede, acotó.

Incluso, fuentes de Morena expresaron que, durante la reunión de la Junta de Coordinación Política, el martes, Moreira anunció que, aun cuando no pase la iniciativa presidencial, él presentaría una iniciativa para corregir los abusos en el despacho eléctrico.

A su vez, el coordinador de Morena, Ignacio Mier, sostuvo reuniones a lo largo del día para intentar convencer a la oposición de votar por la reforma eléctrica y que se convoque a una sesión del pleno, el martes. No obstante, Va por México insistió en que, en el calendario aprobado por la cámara, no se prevén sesiones durante Semana Santa. Yo ya estoy en modo vacaciones, expresó Moreira.

No obstante, las comisiones unidas de Energía y de Puntos Constitucionales están citadas para el lunes 11, cuando se espera que el debate para la aprobación del dictamen –donde sólo es necesaria la mayoría simple– se alargue varias horas.

Para el partido guinda, esta es una de las reformas que más dificultad representan. Incluso, hay previsiones en la coalición mayoritaria de que, por los números y las condiciones políticas, no será aprobada.

En ese caso, el cálculo es que, si hay sesión el martes, tras la presentación del dictamen y las posturas de los partidos, se abran al menos dos rondas de seis oradores cada una, a favor y en contra. Después se sometería a votación y, si se aprueba el dictamen, sería con un margen muy reducido.

Los integrantes de Morena, PT y PVEM recibieron la instrucción de no faltar a la sesión porque, al ser una reforma constitucional, se requiere que estén presentes en el salón.

Ausencia de panistas y priístas, otra estrategia

El vicecoordinador de Morena, Leonel Godoy Rangel, hace la tarea para que priístas y panistas se ausenten, con objeto de reducir los votos en contra: la reforma requiere el voto de las dos terceras partes de los diputados presentes en la sesión.

Esto, luego de que –expresaron integrantes de Morena– al PRI se le descompuso la negociación tras la postura de su Consejo Político.

El martes, Ignacio Mier informó que se aceptaban seis de los 12 puntos de la contrapropuesta de la oposición. En reuniones previas, a las bancadas de la mayoría se les explicó ese mismo día que, si el fallo de la Corte es en favor de la legislación eléctrica, quedarían rebasados los otros seis puntos, esencialmente que la Comisión Federal de Electricidad se mantenga como rector del sistema eléctrico nacional.

Vamos a estar atentos a lo que diga la Corte, más allá de cualquier otro tema, informó ayer Moreira.

El panista Elías Lixa advirtió en la sesión: avísenle a su Presidente que serán derrotados por la incompetencia política; en vez de construir consensos intentan regañar a quienes votamos libremente. Está muerta esa reforma. Y en entrevista, expresó que el PAN quiere ver por escrito la oferta de Morena y cómo aterrizará cada uno de aquellos seis puntos.