Lovers es su primera exposición en México // Permanecerá hasta el 18 de septiembre
Martes 5 de abril de 2022, p. 5
Al escultor y fotógrafo suizo Urs Fischer (Zúrich, 1973) le gusta el arte que sea sólo arte; es decir, que no tenga que ser esto y aquello, o que versa sobre la sociedad actual, sino que nos permita apreciar las cosas por lo que son
, expresa el también artista conceptual. Dueño de una obra provocativa y lúdica, Fischer expone Lovers en el Museo Jumex, su primera vez en México.
The Lovers #2 (2018), escultura monumental instalada en la plaza del recinto, muestra dos formas ensimismadas. De 10 metros de altura, realizada en aluminio fundido, acero inoxidable y hoja de oro, es una pieza dedicada al amor y hecha ex profeso para la exhibición. Se basa en momentos sensuales, casi orgiásticos
, expresó Fischer en rueda de prensa. Ya que el oro es un material reflejante, proyecta calor y conciencia respecto de su entorno
.
Radicado en Nueva York, para Fischer el arte debe ser lo opuesto de aburrido; amo la música, el cine, las cosas que me proporcionan una emoción directa. No se trata de experiencias momentáneas, sino de sensaciones que permanecen contigo, en alguna parte, 20 o 30 años. Para mí, las artes visuales son como un vocabulario que se acumula y se vuelve tuyo. Todo se torna una solo cosa y ayuda a ir por la vida. Moldea mi comprensión del mundo y cómo las cosas toman su forma. Tiene mucho que ver con el arte que a veces me parece aburrido. Es como una buena relación que no siempre es emocionante después de un tiempo
.
Lovers fue curada por el italiano Francesco Bonami, quien colabora con Fischer desde mediados de los años 90. Estructurado en tres pisos del Museo Jumex, Bonami se refirió al conjunto de obra como manual para jóvenes artistas de cómo ser un artista
. El nivel más alto del recinto alberga piezas que abarcan los pasados 25 años, a la manera de un jardín de ideas
que demuestra la posibilidad de crear arte con cualquier idea en mente, aunque hay que ser un buen artista para hacerlo
. Recalcó: No es suficiente tener ideas, sino saber cómo llevarlas a cabo
.
En toda la exposición, el énfasis está en la escultura: No vemos mucha escultura; es complicada. Ocupa el espacio en que vivimos. ¿Por qué colocar cualquier cosa en este planeta que ocupa más espacio y no tiene un verdadero uso. Cuando uno crea una escultura, compite con la realidad, no es como una pintura donde tienes una especie de ventana a través de la que miras hacia afuera
. La muestra se desenvuelve como una historia en tres capas
.
Melody (Melodía), 2019, una gran instalación inmersiva que recrea un aguacero, se encuentra en el segundo nivel, mientras el primer piso alberga varias esculturas, entre ellas, dos elaboradas con parafina que versan sobre las relaciones interpersonales de amistad y apoyo. En la Bienal de Venecia de 2011, Fischer presentó una copia en cera de la escultura del siglo XVI de Giambologna, El rapto de las sabinas, que fue encendida y se derritió lentamente.
Son obras elaboradas con muchos recursos, dinero, tiempo y personal
, elementos con los que por lo general uno no cuenta cuando empieza su carrera. Para Fischer, si uno hace las cosas a mano, al buscar la inmediatez, emplea materiales que se verán viejos dentro de 20 o 30 años. Sin embargo, si trabajas de modo más lento o tienes que proceder de manera diferente, está bien. Empiezas a entender todo desde diferentes ángulos; entonces, el trabajo se vuelve más complicado y complejo
. Ejemplificó con la escultura Cosas (2017), rinoceronte monumental plateado, con objetos pegados a su cuerpo.
A Fischer le gusta trabajar en cualquier medio: Cuando se crea con cualquier material, hay que establecer un equilibrio entre guiar, controlar y darse por vencido. Si lo fuerzas, morirá; sin embargo, si no haces nada, no adquirirá forma. El proceso siempre es el mismo: ser humilde y abierto a lo que suceda. Nunca sabrás por qué funciona o cómo. El proceso consiste en nunca asumir que sabes lo que sucederá
.
La exposición Urs Fischer: Lovers permanecerá hasta el 18 de septiembre en el Museo Jumex (Miguel de Cervantes Saavedra 303, colonia Granada).