En lo que va del año el precio promedio del kilogramo de tortilla se ha incrementado en 23 por ciento. Además, tanto productores como especialistas temen que una serie de factores negativos lleve el costo para las familias a 30 pesos por kilo en algunas regiones del país. Lo anterior en un contexto en el que el gobierno analiza poner topes a los precios de alimentos.

Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla (CNT), destacó que el kilogramo de tortilla en el país cerró 2021 en un precio promedio de 19 pesos; sin embargo, ahora se ubica en aproximadamente 23.5 pesos, aunque hay comunidades al interior de la República en donde ya está en 25 pesos.

Este aún no es el peor escenario, pues de acuerdo con estimaciones del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) de darse una combinación de eventos, en los siguientes meses el precio de este alimento básico en la dieta de 90 por ciento de los mexicanos podría elevarse entre 4 y 8 pesos.

En el centro del país, el kilo de este alimento podría pasar de 20 a 24 o 25 pesos; mientras en ciudades del norte y noroeste del país, así como en Acapulco y norte de Tamaulipas, podría subir de los 24 pesos actuales a 31 pesos, advirtió Juan Carlos Anaya, director general del GCMA.

Lo que está detrás de la escalada del precio de la tortilla, dijo Anaya, es un conjunto de factores como los altos precios de los combustibles y electricidad, así como el elevado costo internacional del maíz, que se intensificó como consecuencia del conflicto armado entre Rusia y Ucrania.

Además, los principales fertilizantes utilizados en la agricultura se incrementaron en 153 por ciento en el último año escalando hasta 27 mil 220 pesos por tonelada en la última semana. A todo eso se le agrega la escasez de agua para riego en varios estados del país.

De seguir todas estas situaciones, agregó el presidente del CNT, la tortilla puede subir hasta 8 pesos.

Especuladores al acecho

Si bien la mayor parte del incremento en el precio de la tortilla en lo que va del año obedece al alto costo del maíz, harina, electricidad, gasolina, refacciones, papel y demás insumos, otro tanto es producto de la especulación, aseguró López García.

México no tiene certidumbre alimentaria y eso hace que haya oportunistas con el maíz. Ahorita por ejemplo, muchas comercializadoras están dejando de vender porque en los últimos días el precio bajó y prefieren esperar a que suba y llevarse más dinero. La especulación derriba mercados y lacera a la población, apuntó.