Miami. El ruso Daniil Medvedev quedó a una victoria de reconquistar el número uno del tenis masculino al ganar su partido de octavos de final del Masters 1000 de Miami, donde también avanzó a cuartos el alemán Alexander Zverev, y el australiano Nick Kyrgios fue protagonista, pero por nuevos arrebatos, discusión con el juez, con el público, raqueta destrozada y derrota.

Medvedev venció al estadunidense Jenson Brooksby en sets corridos de 7-5 y 6-1 en una hora y 20 minutos en partido en el que se anotó ocho servicios aces.

Esta semana Medvedev persigue su primer título en Miami, donde es favorito ante las ausencias de Novak Djokovic y Rafael Nadal, y recuperar el primer lugar de la ATP, que ostentó brevemente hasta su derrota en la tercera ronda del Masters 1000 de Indian Wells.

El argentino Francisco Cerúndolo sigue su marcha de ensueño en su primera participación en un Masters 1000. Remontó para derrotar 6-7 (2), 7-6 (3) y 6-2 al estadunidense Frances Tiafoe. Cerúndolo cobró revancha por su hermano menor, Juan Manuel, eliminado por el de las barras y las estrellas en la ronda previa.

Medvedev no ha perdido ningún set en tres duelos en Miami. Ahora, enfrentará al ganador del encuentro entre el campeón vigente Hubert Hurkacz (octavo preclasificado) y Lloyd Harris en los cuartos. Si Medvedev continúa avanzando, asegurará desplazar a Novak Djokovic y volver a la cima.

▲ El australiano Nick Kyrgios perdió la cabeza por las decisiones arbitrales y destrozó su raqueta frente al juez de silla, por lo que fue penalizado.Foto Afp

Además, Zverev y el noruego Casper Ruud (6) ganaron en sets consecutivos para citarse en cuartos. Zverev superó por 6-4 y 6-4 al australiano Thanasi Kokkinakis, mientras Ruud despachó 6-3 y 6-4 al británico Cameron Norrie.

El italiano Jannik Sinner, noveno favorito, será el rival de turno de Cerúndolo tras someter 7-6 (3) y 6-3 a Nick Kyrgios. Al australiano le descontaron un punto y luego un juego por sus arrebatos.

El polémico Kyrgios se enojó por decisiones del juez y rompió su raqueta al lado de su silla. El actual 102 del ranking ATP venía haciendo un gran torneo en Miami, pero perdió la cabeza. Se enfrentó de nuevo a un juez, al brasileño Carlos Bernardes, lo que lo llevó a recibir una penalización de un juego que lo hizo perder a la postre el primer set.

Luego de destrozar la raqueta en los pies de la silla de Bernardes, el partido para el ex número 13 se vio cuesta arriba. Terminó perdiendo ante el italiano, 11 del ranking, por 7-6 (3) y 6-3.

Al finalizar el encuentro, el australiano no se guardó nada. Eres un maldito retrasado, le gritó al juez sudamericano.