l próximo 10 de abril hay que acudir a las urnas para participar en la revocación de mandato
. No sólo hay una responsabilidad ética para decirlo así, jurídicamente es inevitable. Lo ordena la Constitución Política federal en su artículo 36, fracción III: “Son obligaciones del ciudadano... III. Votar en… los procesos de revocación de mandato, en los términos que señale la ley;”
No sólo eso. El artículo 38, fracción I, Constitucional dice: “Los derechos o prerrogativas de los ciudadanos se suspenden: I. Por falta de cumplimiento, sin causa justificada, de cualquiera de las obligaciones que impone el artículo 36 …;”.
Se ordena expresamente participar y hay una sanción si no se hace. Si decidimos incumplir con esa obligación debemos estar conscientes de las consecuencias. Se dirá: “ no he conocido ningún caso en el que por no acudir a la urna se haya sancionado a nadie”, y puede ser cierto, pero nada impide que la autoridad competente sancione a quien no participó.
Se dice el que calla otorga
, por eso es mejor participar para mostrar nuestra conformidad o disconformidad con la forma de gobernar del presidente. Más allá del resultado y de que él decida concluir su periodo constitucional, es importante que los ciudadanos mostremos nuestra postura; hay que mantener el estado de derecho. Es hora de tener fuerza cívica con base en la paz y respeto a los derechos humanos.
Este es un punto de vista jurídico, no político. Cada decisión es respetable.