Viernes 18 de marzo de 2022, p. 16
El edificio terminal del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en el estado de México, lleva un avance físico y operativo de más de 98 por ciento. Cuenta con la capacidad de atender a 19.5 millones de usuarios y realizar 119 mil operaciones al año.
A tres días de su inauguración, representantes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) supervisaron las instalaciones, que cuentan con tecnología de seguridad de última generación, como arcos detectores de metales o artículos prohibidos y registros biométricos. Asimismo, aerolíneas comerciales mexicanas y aviones oficiales realizaron esta semana los primeros vuelos de prueba y la revisión del espacio aéreo.
Durante un recorrido, se observó que trabajadores realizaban las últimas labores para afinar detalles, principalmente en la instalación del sistema eléctrico de escaleras, elevadores, pantallas para informar sobre el estatus de los vuelos de llegada y salida, pintura, pulido de pisos y colocación de rótulos y publicidad. De los más de 250 locales comerciales, aún hay disponibles para rentar en esta terminal de Santa Lucía, ya que sólo se ha arrendado 30 por ciento, principalmente por franquicias de comida rápida, Duty Free y cafeterías.
En algunos mostradores son visibles los letreros de aerolíneas mexicanas, que son las primeas que operarán, y los de documentación de equipaje. Para el lunes, día de la apertura oficial, se programaron 12 itinerarios. Aeroméxico realizará vuelos con destinos a Mérida y Villahermosa, Viva Aerobus a Monterrey y Guadalajara, y Volaris viajará a Tijuana y Cancún, cuyos boletos empezaron a venderse desde la semana pasada.
A principio de mes, Aeroméxico señaló que después de haber realizado la coordinación necesaria con las autoridades y los administradores del AIFA, de manera exitosa y en menos tiempo del proyectado, está lista para realizar vuelos desde esta nueva terminal. Volaris también publicó en su cuenta de Twitter las nueve rutas de conexión para acceder a la nueva terminal desde la Ciudad de México y su área conurbada, con sus respectivas tarifas.
Por el momento, el nuevo aeropuerto iniciará operaciones a 20 o 30 por ciento de su capacidad y sólo serán destinos nacionales. Posteriormente, se reorientará la estrategia para subir los despegues y aterrizajes, así como para incorporar rutas internacionales. Se estima que los pasajeros tardarán de 30 a 40 minutos desde que entren por uno de los siete pórticos de acceso a la zona donde se encuentran mostradores de documentación, hasta las salas de última espera.
Las medidas de seguridad serán estrictas. Los viajeros ingresarán al área donde hay equipos de inspección con tomografía computarizada de equipaje de mano y calzado, para lo cual los usuarios deberán quitarse los zapatos, con el fin de detectar narcóticos o explosivos, y pasarán por escáneres corporales. También hay filtros de seguridad con reconocimiento facial para agilizar el embarque, y sistemas automatizados para expedir boletos y pases de abordar, así como documentación de equipaje.