Miércoles 9 de marzo de 2022, p. 11
Para que la alerta de violencia de género cumpla su naturaleza de urgencia e inmediatez, la Cámara de Diputados aprobó ayer por unanimidad (478 votos) que el plazo máximo entre la solicitud y la declaración sea de 45 días naturales, en contraste con el trámite actual, que incluso lleva más de un año.
En una sesión donde se abordaron distintos cambios legales en materia de género, el pleno avaló un dictamen de la Comisión de Igualdad que rechazó constituir un registro de agresores sexuales o feminicidas, al considerar que si bien es una herramienta que podría prevenir futuros ataques a mujeres, niñas, niños y adolescentes, violaría derechos de privacidad de datos y no hay presupuesto para hacerlo.
En lugar del registro, la Cámara aprobó obligar a una coordinación entre autoridades para el intercambio de información sobre los delitos contra el sector femenino, que permita configurar una nueva política de prevención.
En tanto, en un foro organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, académicas señalaron que hay un subregistro de la violencia digital que se ejerce en el país.
Alethia Fernández de la Reguera y Adriana Figueroa, académicas del IIJ, señalaron que 22 de cada 100 mujeres que usan Internet han reportado que han sido víctimas de violencia digital, según cifras del Inegi. Además, en la encuesta Módulo sobre Ciberacoso 2019, el organismo reportó que de los 74 millones de personas que usan Internet en el país, 28 por ciento dice haber sufrido este tipo de agresiones, y más de la mitad de las víctimas (9.4 millones) fueron mujeres.
Cuarta ola del feminismo
En otro acto, Patricia Galeana Herrera, directora del Museo de la Mujer, apuntó que se vive un momento muy importante
, denominado la cuarta ola del feminismo, en la que se ha visibilizado una serie de prácticas que se consideraban casi normales
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En la videoconferencia de prensa Las olas del feminismo, indicó que si bien hay avances, la violencia de género subsiste porque no se ha deconstruido la cultura patriarcal en la cual el hombre nace para mandar y la mujer para obedecer, y cuando no lo hace sobreviene la violencia
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