Martes 11 de enero de 2022, p. 19
Moscú. El presidente de Kazajistán, Kassym Jomart Tokayev, afirmó ayer que los disturbios en su país, que dejaron víctimas mortales, fueron un intento de golpe
y prometió que pronto
se irán las tropas rusas y aliadas que apoyan al gobierno.
Casi 8 mil personas fueron detenidas por la policía en protestas que derivaron en violencia la semana pasada, afirmaron las autoridades de Kazajistán. Los choques fueron los peores registrados en la nación ex soviética desde que se independizó hace 30 años.
El presidente dijo que su país había sido atacado por grupos de combatientes armados
que aprovecharon las manifestaciones por el alza en los precios del combustible como excusa para actuar. Su objetivo principal apareció con claridad: socavar el orden constitucional, destruir las instituciones de gobierno y tomar el poder. Se trata de un ataque terrorista, un acto organizado y bien preparado contra Kazajistán con la participación de combatientes extranjeros, procedentes de países de Asia central, incluido Afganistán. También participaron combatientes de Oriente Medio
, declaró Tokayev, en un comunicado de su oficina que resume una conversación con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. “El perjuicio económico para el Estado sería de 2 a 3 mil millones de dólares", señaló.
Casi 8 mil detenidos
Según el Ministerio kazajo del interior, en total 7 mil 939 personas fueron detenidas en todo el país.
El Comité Nacional de Seguridad, la agencia antiterrorista y de contrainteligencia de Kazajistán, describió el lunes la situación en el país como estabilizada y bajo control
. Las autoridades declararon un día de luto el lunes por las docenas de víctimas de la violencia. El Ministerio de Salud del país informó el domingo de 164 fallecidos, incluidos tres niños, en los choques sin precedente.
Las manifestaciones comenzaron el 2 de enero después de que los precios de un tipo de combustible para vehículos casi se duplicaran, y se expandieron con rapidez por todo el país, en aparente reflejo de un descontento más general con el gobierno autoritario.
El gobierno hizo una concesión y anunció que limitaría durante 180 días el combustible para vehículos, así como una moratoria al incremeto de tarifas de suministros.
Conforme crecían las protestas, el gabinete ministerial renunció y el presidente Tokayev sustituyó a Nursultan Nazarbayev, quien lideró el país de 1989 a 2019, como responsable del Consejo de Seguridad Nacional.
Las autoridades restablecieron parcialmente la conexión a Internet, pero las fachadas quemadas de los edificios públicos y los vehículos calcinados aún dan testimonio de la violencia de los enfrentamientos.
En una videoconferencia, el presidente kazajo hizo un balance de los hechos ante su homólogo ruso Vladimir Putin y sus demás aliados, que desplegaron 2 mil 30 hombres en la antigua república soviética.
Tanto él como Putin prometieron el retiro de estas fuerzas una vez cumplida su misión.