La selección mexicana de futbol fue de más a menos y cerró el año con un empate 2-2 frente a su similar de Chile, en partido amistoso jugado en Austin, Texas, con ambos equipos plagados de jóvenes.

Santiago Giménez se convirtió en el décimo naturalizado en marcar gol para la selección mexicana. El Chaquito, hijo del ex jugador argentino Gerardo Giménez –también naturalizado mexicano–, abrió el marcador a los nueve minutos mediante un remate con la izquierda desde el centro del área, tras asistencia de Uriel Antuna.

Chile empató el partido al 21, gracias a un doble remate de Iván Morales, habilitado por Joaquín Montecinos, el que el portero Acevedo alcanzó a detener. El balón quedó casi en control de Alfonso González, pero éste lo perdió y concedió una segunda oportunidad para que el atacante chileno liquidara de cabeza desde el centro del área.

Jordan Silva puso en ventaja de nuevo al tricolor a los 64 minutos, con un remate de cabeza desde el centro del área.

Entrado el segundo tiempo, al 67, ambas escuadras que buscaban probar a nuevos elementos rumbo a sus respectivas eliminatorias mundialistas, hicieron modificaciones. Gerardo Tata Martino mandó tres cambios antes de llamar, hasta el 82, a Marcelo Flores, el joven sub-18, promesa del Arsenal inglés, que está en posibilidad de representar a Canadá, México o Inglaterra. Lejos de tocar el balón, sólo padeció el gol del empate chileno, ante el descuido de la defensiva mexicana, con otro remate desde el centro del área de Pablo Parra, al 86.