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El nacimiento de los cuatro Tezcatlipocas inspira mural en la colonia Jardín Balbuena

Antonio Ortiz Gritón, Julio Ferrá y Noé Vázquez prevén concluir en dos días la obra El origen del mundo y del universo

 
Periódico La Jornada
Lunes 6 de diciembre de 2021, p. 9

La figura del dios tolteca y mexica Tezcatlipoca, y la cosmogonía prehispánica sobre el origen del mundo y el universo inspiran el mural que realizan el pintor Antonio Ortiz Gritón, Julio Ferrá Calzada y Noé Vázquez Tapia en la fachada del edificio 6 de la Unidad Habitacional del Issste (Retorno 1 de la calle Jesús Galindo y Villa, colonia Jardín Balbuena).

Ayer por la mañana comenzó la elaboración de la obra, para la cual se empleó una grúa telescópica, pues el mural tendrá una altura de seis pisos y una extensión de unos 180 metros cuadrados. La pieza recrea de manera simbólica, más que figurativa, el nacimiento de los cuatro Tezcatlipocas, que, de acuerdo con la mitología prehispánica, da origen al mundo y el universo.

De acuerdo con dicha cosmogonía, una pareja primigenia de dioses, Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl, en la cultura tolteca, y Ometecuhtli y Omecíhuatl, en la náhuatl, engendró cuatro hijos, cuatro tezcatlipocas, cada uno como una dualidad masculina-femenina, como un dios creador y destructor.

Para los mexicas, los cuatro Tezcatlipocas son Yayauhqui Tezcatlipoca (Tezcatlipoca Oscuro), Tlatlauhqui Tezcatlipoca (Tezcatlipoca Rojo o Xipe Tótec), Tezouhqui Tezcatlipoca (Tezcatlipoca Azul), conocido como Huitzilopochtli, e Iztac Tezcatlipoca (Tezcatlipoca Blanco) o Quetzalcóatl.

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▲ Los pintores comenzaron ayer la elaboración del mural. Tendrá una altura de seis pisos y una extensión de unos 180 metros cuadrados. En la imagen, Julio Ferrá muestra un boceto de la obra.Foto María Luisa Severiano

Deidades que se transforman, que multiplican su personalidad para cumplir con sus acciones divinas. De esta manera, una deidad puede ser benévola o malévola; ser la madre de su abuela; destruir lo que ha procreado; ser dinámica y estática; omnipresente, ubicua, ambivalente, polifacética y, por tanto, tener tantos nombres como acciones realice, y tantas características como su naturaleza requiera, apuntó Gritón.

Esas divinidades, Xipe Tótec, Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli, explicó el muralista, son representadas de manera simbólica, expresionista, abstracta, más que figurativa.

Otro aspecto que compone el mural El origen del mundo y del universo es la representación de las cuatro fuerzas fundamentales: la electromagnética, la gravitacional, la nuclear fuerte y la nuclear débil.

El mural, auspiciado por la Procuraduría Social de la Ciudad de México, pretende dar identidad a los vecinos de la unidad habitacional, comentaron Ferrá Calzada y Vázquez Tapia. Se está pintando sin marcas o trazos previos, al primer intento, prevén concluirlo en dos días.