iendo el combate a la corrupción una de las prioridades más importantes del actual gobierno, por los terribles niveles de magnitud a los que ha llegado el crecimiento del tráfico de drogas, el aumento de la violencia y el crimen, el enriquecimiento de una minoría cínica y rapaz, conformada tanto por altos funcionarios del gobierno como por empresarios empeñados en acrecentar su riqueza, sin consideración al daño que han hecho a nuestro país, explotando a los trabajadores, incrementando los niveles de pobreza y miseria de la inmensa mayoría de la población y reduciendo la calidad de vida de ésta. La Cuarta Transformación, propuesta por el gobierno del presidente López Obrador, se enfrenta hoy a uno de sus retos más difíciles e importantes. Los resultados y los logros, sin embargo, han sido reducidos, si tomamos en cuenta el número de delincuentes de cuello blanco que han sido encarcelados hasta ahora, mientras su inmensa mayoría continúa con sus conductas habituales, sin mostrar preocupación o arrepentimiento ante la posibilidad de ser castigados, sabiendo que las leyes y sus reglamentos han sido modificados para protegerlos de la justicia.
A casi tres años del inicio del gobierno, considero necesario reconsiderar el problema y lograr que la transformación que plantea el Presidente cuente con otras estrategias, quizá menos dramáticas, pero más efectivas en el largo plazo, basadas, principalmente, en la educación; haciéndonos la pregunta siguiente: ¿Por qué en un mundo actual, en el que nuestro país es sólo un caso más de la podredumbre que parece haberse incrustado en la mayor parte del planeta, como lo han revelado casos como el de Pandora Papers, existen naciones en las que las conductas de sus ciudadanos son ejemplares, como Finlandia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Suecia, Singapur y Suiza, entre otras? La única respuesta posible está en la educación orientada a la enseñanza y adquisición de valores. ¿Por qué no pensar en el desarrollo de una estrategia educativa centrada en desarrollar una cultura cívica apropiada, como lo han logrado hacer estos países?
Con el propósito de ganar tiempo, es importante desarrollar una estrategia que permita impartir cursos a los maestros de los diferentes niveles del sistema educativo –primaria, secundaria y bachillerato–, así como a los maestros y estudiantes de las escuelas normales y universidades pedagógicas, utilizando las herramientas tecnológicas que nos permitan cubrir a toda la nación y desarrollar un conjunto de libros para todos los docentes, que les permitan contar con lecciones adecuadas para los estudiantes, siendo medular que se preparen libros de texto para los alumnos de los últimos tres grados de primaria, así como para los de secundaria, que puedan ser utilizados en un futuro; siendo también importante incluir en los libros de texto de historia las acciones que han caracterizado a los gobiernos a partir del de Díaz Ordaz, ya que hasta ahora estos hechos no han formado parte de su contenido, con la consiguiente falta de información para que los estudiantes entiendan al país en que ahora vivimos.
2. Cuando en 2003 se conocieron en México los resultados de la prueba PISA, realizada por la OCDE en la primavera de 2000, durante el gobierno de Vicente Fox, la sorpresa y el desaliento se propagó en la nación, pues si bien existía una cultura en torno a la importancia de las evaluaciones educativas, la sociedad mexicana y algunos funcionarios de la SEP pensaban que el objetivo central era asegurar el acceso a la educación primaria y secundaria de todos los niños del país, mientras que tales pruebas nos demostraron con hechos que ello no era suficiente y que algo debía hacerse al respecto, pues los resultados indicaban con claridad que la formación de los estudiantes mexicanos que terminaban su educación secundaria, tenían los niveles más bajos de todas las naciones que habían participado en la realización de la prueba. ¿Cómo podía ser esto cierto, cuando el sistema educativo era un motivo de orgullo para el país? Algo tenía que hacerse. Aquel gobierno duró tres años desarrollando un proyecto orientado a mejorar los siguientes resultados. Así, en 2006 las primeras pruebas de Evaluación del Logro Escolar (Enlace) fueron aplicadas a todos los niños de la República que estudiaban en los últimos tres grados de primaria y los tres de secundaria, los cuales corroboraban los bajos niveles de conocimiento de niños y niñas, siendo hasta 2008 cuando se aplicaron por primera vez a estudiantes de bachillerato, con resultados similares.
En los años subsecuentes los resultados de Enlace para la Educación Media Superior mostraron un avance importante en el caso de matemáticas, gracias a la colaboración de los docentes, pero no así en el de comprensión del lenguaje, ni en el campo de las ciencias, sobresaliendo entidades como Durango, Sonora y Baja California en el norte y Veracruz y Puebla en el este, sin embargo, en las pruebas internacionales PISA México siguió ubicándose en los últimos lugares, en virtud de que los demás países también lograban avances. Con la llegada del gobierno encabezado por Peña Nieto, lejos de avanzar, se dio un serio retroceso y la sociedad mexicana al igual que el gobierno pensaron que los mexicanos éramos incapaces de mejorar como las naciones desarrolladas. Parecía que nuestro nivel de inteligencia y capacidad no daba para más.
En el contexto de un país y un gobierno empeñado en una transformación de gran calado, esto es inaceptable, la transformación deseada debería empezar por mejorar los niveles educativos de nuestros jóvenes ¿Será posible lograrlo?
* Director del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa