Miércoles 22 de septiembre de 2021, p. 29
Cuernavaca, Mor., A golpe de detonaciones de dinamita, una empresa que explota grava y cal en el cerro Piedras Preciosas, colonia Vista Hermosa, municipio de Jiutepec, está a punto de hacer colapsar las viviendas de 18 familias que habitan en ese asentamiento desde hace 40 años y siempre lo consideraron seguro.
Vecinos narraron que el 16 de septiembre los habitantes descubrieron tres grietas que, juntas, miden aproximadamente 2.5 metros de ancho y tienen una profundidad que puede tragarse estas casas
.
Las familias responsabilizaron de los daños a Francisco Javier Barbará Salazar, propietario de la empresa Triturados No Metálicos de Xiutepec, que no ha parado con las explosiones y la extracción.
Exigieron al gobierno estatal, que encabeza Cuauhtémoc Blanco Bravo, y al presidente municipal de Jiutepec, Rafael Reyes, que detengan de inmediato las actividades de la empresa y que ésta indemnice a las 18 familias perjudicadas.
Enrique Castro Ortiz, Denisse Martínez y el hijo de ambos, menor de edad, son una de las 18 familias cuyas viviendas tienen grietas.
En su casa, ubicada en la calle prolongación Diamante, colonia Vista Hermosa, Enrique explicó que parte del piso de su casa se está hundiendo. Ayer me puse a revisar más y vi que aquí hay otra grieta, de casi dos metros y medio
, dice mientras extiende sus brazos. Debido al riesgo, la noche del lunes durmieron en la ayudantía municipal de esta colonia.
Otro grupo de vecinos acudió al zócalo de Cuernavaca este martes para denunciar que las grietas dañaron bardas, techos, pisos y calles en esta colonia de Jiutepec.
Pero los de la calera no pararon, le siguen dando. El cerro ya está lastimado y por caerse, pero ellos siguen detonando sus explosivos
, dijo.
Enrique y su familia, al igual que las otras, no quieren irse porque perderían su terreno y las casas que con esfuerzo construyeron. Dicen que les da coraje que las autoridades de protección civil municipal y estatal sólo vayan a verlos para decirles que están en peligro y deben marcharse, pero no tienen a dónde.