Para encontrar soluciones a la crisis del agua, organizaciones civiles han establecido contralorías locales como las que se han instalado en Mexicali, Baja California Sur, donde se opusieron a la instalación de la cervecera Constellation Brands, dada su alta demanda de líquido, y en la Laguna, Coahuila, que enfrenta agotamiento de los mantos freáticos por la sobreexplotación, como sucede en la Ciudad de México, sostuvo Pedro Moctezuma, del programa de Investigación para la Sustentabilidad, de la Universidad Autónoma Metropolitana, e integrante de Agua para Todos.

Detalló que el asunto de las contralorías se trata del desarrollo de un poder comunitario, que deriva de experiencias exitosas de diagnóstico y vigilancia colectivos, con planeación hídrica y proyectos piloto que han cimentado formas de organización y participación en instancias de cuenca y en la creación de esas autoridades sociales.

Explicó que en Baja California continúa la movilización en defensa del agua, y una docena de colectivos formaron su contraloría, el pasado 24 de abril, y la de la Laguna se estableció el 24 de febrero, integrada por el Frente Campesino por la Defensa del Agua y la Tierra, así como Encuentro Ciudadano Lagunero.

En tanto, en la agenda de la Contraloría Ciudadana Autónoma del Agua en la Ciudad de México se plantea lograr la gestión planificada del líquido en la cuenca y flujos subterráneos para transitar hacia fuentes sustentables, reduciendo riesgos y daños por mal manejo, así como frenar la expansión urbana.

En toda contraloría, dijo el investigador, se plantea garantizar el acceso equitativo regional con el fin de asegurar el suministro de uso doméstico y servicios públicos de manera prioritaria, eliminar las fugas en la red hidráulica, facilitar la instalación de ecotecnias y poner fin al corte del abasto por incapacidad de pago.