Tokio. Como hace cinco años en Río de Janeiro, el cubano Arlen López cambió de guardia y su estilo ambidiestro mareó hasta a los jueces, incapaces de negarle la victoria y proclamarlo bicampeón olímpico en la división semipesada.

El boxeo cubano es una tradición de éxito olímpico, sólo detrás de Estados Unidos. En 20 participaciones, el pugilismo ha conquistado 39 oros de los 82 registrados en la historia deportiva de la isla, además de 19 platas y 17 bronces.

López es un emblema de esa tradición. El ahora bicampeón suele pelear lejos de las cuerdas, hacer del centro del ring el espacio idóneo para oxigenar las estrategias, confundir a los rivales y sentirse cómodo antes de desembarcar su mano derecha, la más poderosa.

En los momentos de confianza, el nacido en la oriental provincia de Guantánamo, se torna un púgil indescifrable, detalle que acaba de exhibir en la final de los 81 kilogramos en Tokio 2020, cuando su rival británico Benjamín Whittaker lució tímido y endeble al ser superado 4-1 por el caribeño.

Todo salió al pie de la letra, expuso el fajador en la zona mixta, ya con su medalla de oro en el cuello y un ramo de flores cerca de sus poderosos nudillos, maltratados a causa de los años entre golpes y lagartijas.

Me siento muy honrado por este logro, porque pocos atletas pueden vanagloriarse de una hazaña de tal calibre, expresó el segundo campeón de Cuba en el pugilismo de Tokio, tras la conquista la víspera de Roniel Iglesias (69), otro que ahora posee dos oros olímpicos.

Ahora, el ganador tiene la mirada fija en París 2024, porque cabe la posibilidad de convertirse en tres veces monarca, algo que sólo han logrado en esta disciplina sus compatriotas Teófilo Stevenson y Félix Savón y el húngaro László Papp, porque planeo seguir en pos de más glorias, admitió hace dos semanas.

Imam Khataev, del Comité Olímpico Ruso, y Loren Alfonso, nacido en Cuba pero que compite representando a Azerbaiyán, compartieron el bronce en peso semipesado.

Por otra parte, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) desestimó el recurso presentado por el Comité Olímpico Colombiano contra la derrota de su boxeador Yuberjen Martínez frente al japonés Ryomei Tanaka, quien incluso abandonó el cuadrilátero en silla de ruedas.

La demanda solicitaba al TAS revocara la decisión de los jueces de dar por perdedor a Martínez en el combate del martes de los cuartos de final del peso mosca, donde el nipón fue el más golpeado.