Lunes 26 de julio de 2021, p. 8
Madrid. A partir de ahora, el eje que une el Paseo del Prado y el parque del Retiro –El Paisaje de la Luz– tendrán la catalogación de patrimonio de la humanidad, según se acordó en la reunión anual de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), celebrada en China. Con esta decisión se da aún más valor al corazón de Madrid, donde lo mismo conviven las colecciones públicas y privadas más importantes de arte de España que las academias de la lengua y la sede del Banco de España.
Madrid era hasta hoy la única ciudad europea sin un bien catalogado por la Unesco como patrimonio de la humanidad. El proyecto se había diseñado desde hace siete años y hasta ahora se adoptó la decisión, en una deliberación en la que también hubo algunas críticas del organismo asesor de la Unesco que puso en duda la idoneidad de aunar en un mismo plan las instituciones culturales con las áreas verdes.
Pero esa fue una de las grandes bazas del proyecto, al resaltar que la naturaleza y el arte conviven en Madrid desde hace más de 400 años, visión urbanística que exportó a otras ciudades de América Latina, sobre todo a la Ciudad de México y a Lima.
En Madrid nació con la creación del Casón del Buen Retiro y del parque del Retiro, donde en el siglo XVII el rey Felipe IV acaudaló la mayor colección de arte de la época. Este fue el germen del futuro Museo del Prado, donde aún se expone la mayoría de ellas.
Esas ideas ilustradas de los Borbones a partir del siglo XVIII fueron el gran revulsivo del eje. Carlos III decidió abrir los jardines al pueblo, en cuyo entorno se fusionan la investigación y la divulgación de las ideas.
Naturaleza, arte y ciencia
Seducidos por la naturaleza y la concentración de espacios para el arte y la ciencia, a lo largo del siglo XIX se instalan en el paseo otras grandes instituciones, como el Banco de España, el Congreso de los Diputados, el palacio de la Bolsa, el Museo Naval, la Academia de la Lengua, el Museo Thyssen, la Casa de América o la estación de tren de Atocha, hasta alcanzar un total de más de 21 bienes de interés cultural e importantes acervos pictóricos.
Si se mira en detalle, se descubre, por ejemplo, que sólo en el Museo del Prado se alojan obras destacadas de algunos de los artistas más importantes de la historia, como Diego Velázquez, Rubens, El Greco, El Bosco, Goya o Tintoretto. O que en el Museo Thyssen está una de las colecciones privadas más valiosas del mundo. O que en el Centro de Arte Reina Sofía están algunas de las piezas más notables del arte contemporáneo en Europa, encabezadas por el Guernica de Picasso, fundamental para explicar la brutalidad de la guerra y el fascismo.
Pero más allá del arte, en ese mismo eje está el parque del Retiro, donde está su mítico jardín botánico, con una rica diversidad de especies y que entre sus grandes joyas se encuentra un ahuehuete de más de 400 años que llegó desde México. Árbol que ya es en sí mismo un símbolo de la ciudad.
Uno de los argumentos que se dieron para defender la candidatura es que Madrid no puede arrancarse el pulmón de El Retiro, que está conectado con el Prado y todo el espacio inscrito de arte y ciencia, y que es el primer paseo de Europa y del mundo que se abre a todas las clases sociales, donde no sólo la nobleza y la realeza podía ir sino también los trabajadores y los mendigos
, explicó Andrés Perelló, embajador español ante la Unesco.
El alcalde de Madrid, el conservador José Luis Martínez-Almeida, señaló tras el reconocimiento que tenemos un motivo de celebración. Por fin Madrid tiene el reconocimiento de este sueño que empezó en 2014. Estaremos a la altura de este título
. Destacó que es un reconocimiento que llega a una ciudad que ha sufrido mucho en los pasados 15 meses y que hoy tiene un motivo de festejo, de alegría, para pensar que Madrid tiene más futuro que nunca
.