Lunes 28 de junio de 2021, p. 23
París. La extrema derecha francesa que lidera Marine Le Pen fracasó en su intento por conquistar su primer gobierno local, mientras el partido centrista de Emmanuel Macron sufrió un nuevo revés, en la segunda vuelta de comicios regionales celebrada ayer, a 10 meses de las elecciones presidenciales.
En lo que también fue una humillante noche electoral para Macron, su partido, La República en Marcha (LREM) no logró ganar una sola de las 13 regiones de la Francia metropolitana.
Según los sondeos, obtendría apenas 7 por ciento de los votos, viéndose relegada a ser la quinta fuerza política a escala nacional, detrás de la derecha, la izquierda, los ecologistas y la ultraderecha.
Es una decepción para la mayoría presidencial
, admitió Stanislas Guerini, dirigente de LREM.
La abstención fue la gran protagonista de estas elecciones. Casi dos tercios de los cerca de 48 millones de votantes dieron la espalda a las urnas, casi el mismo número que en la primera vuelta, que marcó un récord histórico de abstención.
Lo que estamos viendo es la culminación de una desconexión entre los votantes y la clase política
, declaró a la Afp Jessica Sainty, profesora de política en la Universidad de Aviñón, aunque reconoció que la crisis del Covid-19 también influyó en la alta abstención.
Los resultados fueron también decepcionantes para el partido de Le Pen, Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), que fracasó en su intento por ganar un gobierno local.
Esta noche no ganaremos ninguna región
, admitió Marine Le Pen, quien señaló que Francia sufre una profunda crisis de la democracia local
. Su candidato, Thierry Mariani, fue derrotado por su rival conservador, Renaud Muselier, en la región Provenza-Alpes-Costa Azul, la única en la que la formación nacionalista podía aspirar a una victoria.
Muselier se vio favorecido por la retirada del candidato de izquierda, un ejemplo del Frente Republicano visto en las pasadas elecciones presidenciales para bloquear a la ultraderecha.
Las encuestas a boca de urna mostraron que en las 13 regiones de Francia los votantes eligieron las listas de centroderecha o centroizquierda en el poder, después de que el partido de Macron –que no existía en el momento de la última votación regional en 2015– no consiguió imponerse en una región única por sí mismo.
El gran vencedor de estos comicios es el partido de derecha tradicional, Los Republicanos, que se convierte en la primera fuerza política del país, con un triunfo en siete regiones.
Cuatro años después de su derrota en las elecciones presidenciales, los conservadores recuperan fuerza y superan a la unión de izquierda y ecologista, que se posiciona en segundo lugar con cinco regiones.