La música actual de México es el tema de la cuarta entrega del ciclo virtual Trasfrontera, iniciativa de la Dirección de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su curaduría fue encargada al violista y compositor Benjamín Shwartz (Ciudad de México, 1975), bajo cuya óptica se seleccionaron seis ensambles que representan formas alternativas de tocar en el país.

El programa Trasfrontera-Mé-xico comenzó el 3 de junio con la participación de Gabriel Bronfman Queso, bajista eléctrico y percusionista; continuó el 10 con el arpista Celso Duarte, y cerrará el 8 de julio con Carina López, también ejecutante del bajo eléctrico.

La idea de Shwartz fue hacer algo diverso, de diferentes regiones del país, y que tuviera un hilo conductor. Esta directriz consistió en hacer un proyecto más de improvisación, con un tono más libre, cultural, aunque nadie llegó en blanco a grabar, expresa el entrevistado. Ninguna de las participaciones son estructuras fijas o duras. Son ideas musicales que se sueltan para improvisar y jugar con ellas. Eso fue el hilo conductor que expliqué a cada uno de los invitados. Dijo, hay que darle chance a que el caos reine un poco dentro de su interpretación.

Algunos de los números que los ensambles grabaron ya estaban en su repertorio; sin embargo, los desarrollaron de diferente manera, apunta Shwartz. El también pianista participó el 17 de junio con su grupo Klezmerson, que interpretó uno de sus temas, aunque como punto de partida: Dije, vamos a arrancar por este camino y nos encontraremos en el final, a ver dónde terminamos. En todos los casos sucedió algo así.

Respecto a la oferta musical actual, a Shwartz le gusta mucho lo que pasa: “He tenido la oportunidad de descubrir muchos ensambles que hacen cosas interesantes. El tema de la pureza musical nunca me ha llamado mucho la atención. Me gustan el son jarocho y el rock tradicionales; sin embargo, busco adaptar todos estos sonidos que nos gustan y hacerlos nuestros.

Significa que la música está viva y que el lenguaje musical se mueve. Defino mi propia música como si fuera un perro callejero con muchas manchas. Esto del perro negrito no se da muy bien en estos géneros como la música norteña, el klezmer (música tradicional judía de Europa) o el son jarocho. Me parece que sus intérpretes están abiertos a escuchar nuevas propuestas.

Shwartz formó Klezmerson en 2003 con la idea de combinar culturas; la mexicana con la judía y la gitana. Era como buscar mi identidad dentro de la música. Empezó como un experimento, sin embargo, ya llevamos siete discos. Hemos tenido la fortuna de colaborar con músicos como el saxofonista y compositor estadunidense John Zorn.

Comenta que hace poco Klezmerson grabó un cover del tema Plástico de Rubén Blades, con gran éxito en las redes sociales. “Los salseros refunfuñaron diciendo: ‘así no es, lo están destrozando’. Sin embargo, el propio Blades pidió escuchar esta versión y agradeció el haber hecho algo tan diferente y espontáneo”.

Trasfrontera sale al aire los jueves a las 20 horas en YouTube y Facebook de Música UNAM. Mañana participarán la cantante Leika Mochán y el baterista chiapaneco Gustavo Nandayapa, mientras al acordeonista neoleonés Jair Alcalá le toca el turno el 1º de julio.