Lunes 21 de junio de 2021, p. 19
En el país, más de la mitad de los hogares resintió una pérdida de ingresos laborales debido a la pandemia, pero sólo una de cada 10 personas que vieron reducido su salario o perdieron su trabajo recibió alguna ayuda estatal, reportó el Banco Mundial (BM). Con esta brecha, el país destaca en América Latina por ser el que menos destinó a paliar los efectos de la caída de recursos que llegaban a las familias por alguna ocupación.
Al analizar los efectos de las crisis en América Latina sobre las tendencias de los mercados laborales, señala que la merma en los empleos formales es plurianual. Por ejemplo, después de la crisis financiera mundial, el país volvió a crecer durante el primer trimestre de 2010, pero el desempleo se situó por encima de la tendencia hasta el final de 2011.
En México, agregó, la reducción de un punto porcentual en el crecimiento del producto interno bruto se asocia con un aumento de 7.9 por ciento en la tasa de desempleo, lo que conlleva bajas significativas en los ingresos de los hogares y acentúa la vulnerabilidad; también aumenta y profundiza la pobreza, sobre todo porque en 55 por ciento de los hogares que no se clasifican como pobres, perder un empleo los lleva a esa condición.