Jueves 17 de junio de 2021, p. 25
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) carece de un diagnóstico de la situación actual del sargazo en el caribe mexicano. Ni siquiera en la actualización de los lineamientos técnicos sobre la gestión de la macroalga, emitida en mayo, presenta información sobre sus efectos en la región.
En ese texto señala que los arribos masivos de sargazo parecen deberse
a una combinación de procesos e indica que si bien han cobrado relevancia por los impactos económicos, sociales y ambientales
que han provocado en la costa del mar caribe, el alga podría emplearse para la generación de biocombustibles. No presenta datos de las cantidades de sargazo que han llegado desde 2015 ni las perspectivas para 2021.
A la dependencia se solicito su diagnóstico sobre la situación del sargazo en las costas de Quintana Roo, mismo que no fue entregado, luego de que desde hace meses comenzó la llegada de la macroalga y de que expertos advirtieron que este verano se prevé su llegada en forma masiva.
Rosa Rodríguez del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, con sede en Puerto Morelos, consideró que los tres niveles de gobierno no se logran poner de acuerdo para ver qué hacer para reducir los impactos del sargazo.
Indicó que se debe emitir una norma oficial mexicana que considere, entre otros rubros, la contención en el mar, el transporte y los sitios de disposición final, ya que no hay terrenos habilitados como tipo rellenos sanitarios con geomembrana para evitar la contaminación del acuífero.
Mencionó que los lineamientos que la Semarnat actualizó sólo son recomendaciones para autoridades y hoteleros, pero si se incumplen, legalmente no pasa nada. Se refirió a que no se ha estudiado el impacto económico del sargazo en la región.
Agregó que el sargazo del caribe no está en la Carta Nacional Pesquera, sólo se incluye el del Pacífico, y ha ocurrido que se acercan de países que quieren comprar sargazo y no se puede porque no hay permisos de colectarlo, hay que regularlos para que en el futuro se pueda comercializar y recuperar.