no será necesaria, dice el INAH
Miércoles 9 de junio de 2021, p. 4
Si se acredita que cometió un delito, el propietario del predio de siete hectáreas en Oztoyahualco, catalogado como Área B de restricción de la zona arqueológica de Teotihuacan, donde se llevaba a cabo la destrucción y saqueo de vestigios con la construcción de una obra, no será necesaria la expropiación de los terrenos, los cuales deberán ser entregados al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
.
Así lo informó el director de esa dependencia, Diego Prieto, quien en rueda de prensa confirmó que peritos del instituto se encuentran realizando el diagnóstico de daños para consignar la carpeta de investigación ante la Fiscalía General de la República (FGR).
El dueño de las parcelas es presunto familiar del ex alcalde del lugar René Monterrubio. Ante los avisos del INAH de que debía cumplir los trámites que exige la ley antes de comenzar a construir y luego, ante la petición de parar obras, siempre se condujo con un alto sentido de la soberbia y la impunidad
, detalló.
Hace una semana, el terreno, así como maquinaria y vehículos, fueron asegurados por personal de la FGR, por lo cual el dueño no podrá acceder al predio ni seguir construyendo. El avance de la obra cuenta una barda perimetral, desmonte del terreno y construcción de varios cuartos. Presuntamente se levantaría ahí un parque recreativo.
El perímetro B de restricción de la zona arqueológica de Teotihuacan, en el estado de México, reiteró Prieto, “es un área donde puede existir propiedad privada pero no se permiten las construcciones, todo debe estar autorizado y, por supuesto, hay una gran cantidad de vestigios arqueológicos.
“Esperamos que se pueda consignar ya la carpeta de investigación que lleva la fiscalía para que se determine el delito de daño a monumentos arqueológicos, lo cual es una violación flagrante a la ley. Una vez que esto se consigne, el presunto responsable tendrá que responder ante la justicia y veremos qué se hace con los predios.
Probablemente tengan que ser entregados al INAH en vía de reparación de daño o pudieran ser objeto de expropiación, pero tal vez esto último no se requiera porque, efectivamente, si se acredita la responsabilidad del dueño, tiene que pagar con pena corporal y una multa hasta por el valor del daño ocasionado, una suma que, evidentemente, supera por mucho el costo de los predios que tiene en propiedad.
El predio está ubicado a unos 800 metros de la zona arqueológica de Teotihuacan abierta al público.