San Cristóbal De Las Casas, Chis., Cientos de pobladores de Chicomuselo, situado en la sierra del estado, marcharon ayer en la cabecera municipal, exigieron la cancelación de las concesiones mineras en ese lugar, la suspensión de permisos a bares y cantinas y atención a los conflictos de las comunidades de Venustiano Carranza y Aldama.

Convocados por la parroquia San Pedro y San Pablo de Chicomuselo, en el contexto de la celebración del Día de la Unidad, los católicos peregrinaron por las calles del poblado y concluyeron con una misa.

Voceros de la parroquia, perteneciente a la diócesis de San Cristóbal, dijeron que la situación en el municipio, el estado y el país es la misma, pues van en aumento la delincuencia, la prostitución, la desintegración familiar, la pobreza, la violación de derechos humanos, las enfermedades y las muertes.

Aseguraron que estos problemas sociales se han generado por la falta de voluntad en los tres niveles de gobierno, inducido por las estructuras de poder que controlan las administraciones según sus intereses.

Puntualizaron que en la coyuntura electoral los principales partidos aprovechan la marginación para condicionar el voto, pues sólo les interesa llegar al poder para servirse, no para servir al pueblo.

La iglesia señaló que la insistencia de diversas empresas para el control y saqueo de los recursos naturales como el agua, los bosques y minas, entre otros, mantiene a las comunidades preocupadas y atentas ante cualquier agresión.

Detalló que en el ejido Nueva Independencia, municipio de Montecristo de Guerrero, colindante con Chicomuselo, una nueva empresa minera arroja los residuos al río Yayaguita, situación que pone en peligro la salud de los habitantes de las comunidades que se encuentran en los márgenes de este afluente.

En el documento, la parroquia pidió que se suspenda el proyecto de remunicipalización en esa localidad, donde se impulsa la creación de dos nuevos municipios en los ejidos Unión Buena Vista y Pablo L. Sidar, debido a que ese proyecto tiene fines políticos, económicos y para el control y saqueo de los bienes naturales.