Domingo 30 de mayo de 2021, p. 6
La mayoría de los fumadores en México quieren dejar esta adicción, pero sólo 20 por ciento logra obtener un consejo breve
por falta de servicios en esta área. Además de que las clínicas antitabaquismo no han aumentado en el país, hay carencia de medicamentos, como la terapia de remplazo de nicotina y otros productos, con los cuales la posibilidad de que las personas dejen de fumar es dos a tres veces mayor que si lo intentan solos.
Así lo afirma el 16 reporte de la sociedad civil sobre las políticas de control del tabaquismo en México, en el cual participaron académicos e investigadores con análisis sobre diferentes tópicos relacionados con este mal y se presenta en vísperas del Día Mundial Sin Fumar, a celebrarse mañana 31 de mayo.
Una de las colaboraciones en el informe se refiere a la carencia de los medicamentos que, aunque forman parte del Compendio de Insumos para la Salud, no están disponibles de manera consistente en las unidades médicas, señaló Leonor García Gómez, integrante del Comité Interinstitucional para la Lucha contra el Tabaco.
Entre los productos está la citisina, con una alta eficacia, pero no está disponible en México pese a su bajo costo. Destacó la importancia de que como parte de la política para el control del tabaquismo se cuente con los tratamientos de apoyo para los fumadores y se garantice el acompañamiento. Los fármacos son útiles porque evitan los síntomas de abstinencia, indicó.
Angélica Ocampo, presidenta del Colegio de Especialistas para la Atención de las Adicciones, resaltó que México fue pionero en la década de los 80 en el diseño de tratamientos de cesación y se debe dar continuidad porque, actualmente, mueren a diario en México 141 personas por causas ligadas a la adicción. Además, hay 25.6 millones de ex fumadores con enfermedades graves. Al respecto, Luz Myriam Reynales, economista e investigadora en el Instituto Nacional de Salud Pública, resaltó que cada año el sistema de salud del país destina 116 mil millones de pesos a la atención de padecimientos asociados al tabaco.
A este monto se suman 50 mil millones de pesos por pérdida de productividad de los afectados y alrededor de 20 mil millones más por las personas que dejan sus actividades para cuidar a los enfermos.
Ocampo también se refirió al riesgo por el consumo de cigarros electrónicos y dispositivos de tabaco calentado que representan una nueva forma de administrar y volverse adicto a la nicotina.
Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa, advirtió que para resolver estos y otros asuntos, es necesario avanzar en la reforma pendiente a la ley, a fin de que en el país se prohíba todo tipo de publicidad y patrocinio de productos del tabaco y se garanticen espacios cien por ciento libres de humo.