Por faltar el respeto a la pandemia
, en Cochabamba se vive un estado de emergencia
na larga hilera de cilindros verdes y blancos se vislumbra desde lejos. Están recostados sobre un muro de la planta de oxígeno medicinal de Arbieto, a las afueras de la ciudad boliviana de Cochabamba, donde este recurso comienza a escasear ante el incremento de casos de Covid-19.
Estamos entrando a un estado de colapso, de emergencia sanitaria que puede terminar en una catástrofe
, afirmó el secretario municipal de Salud de la ciudad, Aníbal Cruz.
Con tanques al hombro o en sus vehículos, decenas de personas esperan –algunas desde hace más de 24 horas– para obtener el producto del que dependen sus familiares.
Según Cruz, la demanda de oxígeno en Cochabamba se duplicó desde finales de marzo debido a lo que cataloga como la tercera ola de la pandemia: pasó de 1.5 a 3 toneladas diarias en el sistema público, que abarca la salud pública y prestadores dependientes de instituciones de seguridad social.
Todos los pacientes del departamento de Cochabamba, uno de los nueve de Bolivia y con casi 1.8 millones de habitantes, han sido trasladados a la capital departamental y sus alrededores por la falta de centros de salud en otras localidades. Pero allí el sistema público cuenta sólo con 85 camas de cuidados intensivos.
El cementerio general también está saturado, según sus autoridades. El lugar para almacenar cuerpos antes de ser cremados está lleno, por lo que los cadáveres deben permanecer en frigoríficos dentro de los hospitales.
Bolivia acumula 355 mil 349 contagios y 14 mil 124 muertes entre sus 11.6 millones de habitantes, de acuerdo con el balance oficial.
Si bien la tasa de letalidad, que mide el total de muertes sobre casos positivos y los casos por cada 100 mil habitantes, son menores que en otros países de la región, el sistema de salud del país andino adolece de problemas de infraestructura, abastecimiento y falta de personal, lo que limita su capacidad de respuesta.
Además, la campaña de vacunación avanza lento. Al 25 de mayo, 9.8 por ciento de la población había recibido al menos una dosis de las vacunas Sputnik V, Sinopharm, AstraZeneca o Pfizer, incluido el presidente Luis Arce, quien se vacunó con el fármaco ruso. Sólo 2.7 por ciento de la población tiene ya ambas dosis.
La gente ya le ha perdido el respeto a la pandemia
, lamentó Cruz. Si bien el gobierno de Cochabamba determinó prohibir la circulación entre las 20 y las 5 horas, así como cuarentena los domingos, el gobierno nacional ordenó a la policía no ejecutar medidas que impliquen multas y detenciones para no afectar la reactivación económica.
Afp