Un minuto de silencio, un pronunciamiento de condena y la convocatoria a votar para repudiar la violencia se vivió este miércoles en el Instituto Nacional Electoral (INE), cuyo Consejo General lamentó otro asesinato de una candidata. El consejero presidente, Lorenzo Córdova, rechazó en la sesión esta barbarie que se contrapone con la apuesta civilizatoria de la vía democrática para dirimir la diferencias en la sociedad.

Frente a la creciente violencia, Córdova hizo un llamado a las autoridades responsables de generar las condiciones de paz pública, a garantizar las condiciones para que la democracia en este proceso electoral y que se investiguen a profundidad. Pidió a los diversos niveles de gobierno proteger las condiciones de gobernabilidad y seguridad para que la ciudadanía salga a sufragar y sea el voto la forma de rechazo a la inseguridad.

Evocó al extinto Jorge Carpizo, quien en 1994, cuando presidía al Instituto Federal Electoral, en un año convulso demandó: No, no y no a la violencia. Córdova manifestó tener la certeza de que en esta condena coincidimos con un mensaje claro de rechazo de nuestro sistema político, a quienes pretenden amenazar a la democracia con este tipo de acciones.

Se observó un cierre de filas entre consejeros y, con matices, de los partidos políticos tras el homicidio de Alma Barragán, candidata a la alcaldía de Moroleón. La consejera Dania Ravel calificó a “la violencia política como un fuerte atentado contra la democracia, al grado de que puede llegar a comprometer la libertad con la que las personas deberían participar en ejercicios democráticos. Su colega Claudia Zavala afirmó que frente a esta amenaza se debe asumir una postura de cero tolerancia a la violencia política que permea el actual proceso electoral.

La consejera Carla Humphrey se sumó a la condena al señalar que la violencia no puede apoderarse de nuestras elecciones y tampoco del país. Hago una vez más el llamado a para que acudamos a emitir nuestro voto de forma pacífica.

Entre los partidos el asesinato de Barragán caló. Hubo una censura unánime al atentado y la exigencia de justicia fue el común denominador, a pesar de los matices sobre las responsabilidades de cada nivel de gobierno.

El perredista Ángel Ávila condenó el homicidio, como preámbulo para cuestionar la violencia creciente en el sexenio; del lado priísta, Gerardo Triana expresó que su partido alertó sobre la ola de ataques a candidatos, por lo que reclamó acciones para protegerlos en este tramo final, en coincidencia con el panista Víctor Hugo Sondón. En tanto, el morenista Alejandro Viedma lamentó el homicidio, aunque pidió aclarar a quién corresponde investigar y procesar a los autores del crimen, porque se cuestiona sólo la responsabilidad del gobierno federal.

Más temprano, al conocer un informe sobre denuncias de agresiones contra mujeres, el consejero Ciro Murayama destacó que el periodo de campañas electorales ha implicado un incremento considerable en las quejas de violencia política en contra de aquéllas.

En el documento se señala que entre marzo y mayo se duplicaron las denuncias contra esa práctica al pasar de 55 a 108. De estas últimas, la Unidad Técnica de los Contencioso Electoral del INE remitió 73 a otras autoridades.