Jueves 20 de mayo de 2021, p. 15
En la nueva normalidad debe existir un balance entre la educación presencial y en línea, a fin de garantizar un regreso seguro a las escuelas para millones de niños y adolescentes, afirmó Christian Skoog, representante en México del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Al presentar el Informe de Unicef 2020 alertó que se deben generar soluciones muy creativas
para enfrentar el desafío del regreso a clases, y atender la crisis de aprendizaje que se enfrenta tras más de un año de cierre de los planteles.
Destacó que, además de las afectaciones en la educación y la salud física y mental de los menores, se estima que una de cada tres familias con niños experimentó inseguridad alimentaria, es decir, carencia de alimentos o situación de hambre
.
Mauro Brero, jefe de Nutrición de Unicef México, advirtió sobre los efectos nocivos de la doble carga de la malnutrición en el país. Destacó que una de las acciones más importantes lanzadas en 2020 fue el apoyo al Programa de Asistencia Social Alimentaria a Personas en Situación de Emergencia o Desastre del Sistema Nacional DIF.
Agregó que una encuesta a las casi 40 mil familias beneficiadas con hijos menores de cinco años, identificó que 80 por ciento informó que al momento de recibir la canasta de alimentos ya no tenían suficiente comida para la familia, mientras 20 por ciento declaró que ese día no tenía nada para comer
.
Bienestar emocional
Pressia Arifin Cabo, representante Adjunta de Unicef México, señaló que tras más de un año fuera de las escuelas, es urgente el regreso a clases, no sólo por el impacto en su bienestar emocional y sicológico, también por los efectos del rezago en los aprendizajes
, lo que eleva el riesgo de una salida temprana de la escuela.
No sólo enfrentamos el desafío de volver a las aulas, sino que los sistemas educativos también deberán preparar estrategias para motivar a los alumnos que hayan dejado la escuela para volver, y acelerar en los mecanismos del aprendizaje para recuperar lo perdido, porque esta crisis dejó en claro que no todos tienen las condiciones para adaptarse a la escuela a distancia
, indicó.
Skoog enfatizó que otro de los grandes retos es atender el estrés y la salud mental de niños y adolescentes que vieron interrumpidos, por la pandemia, los espacios más importantes de su día a día como es la escuela, su socialización y los espacios para jugar y comunicarse con otros, por lo que consideró prioritario atender problemas de ansiedad, estrés e, incluso, de tristeza que puedan presentar los menores.